• Para achatarrar un coche hay que llevarlo a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), nombre oficial de los desguaces
  • El sector del automóvil reclama al Gobierno que actúe para frenar el envejecimiento del parque español
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Encontrar un recambio en un desguace se está convirtiendo últimamente en toda una misión imposible. Todos aquellos que acuden a estos ‘cementerios’ de coches en busca de una pieza que sea más económica que una nueva se están encontrando con más de un problema, ante la falta de ‘stock’ disponible. Cada vez son menos los coches que se achatarran, es decir, que los vehículos tienen una vida útil más larga y eso incide directamente en el medio ambiente y en la seguridad.

Los datos no pueden ser más reveladores. En 2017, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la tasa de achatarramiento de los vehículos fue del 56%. Es decir, que por cada 100 nuevas matriculaciones que se produjeron en España se enviaron al desguace únicamente 56 coches viejos.

En 2016 se achatarraron un total de 611.446 automóviles, un 11,3% menos que en 2015 y un 27% menos que en 2010

Una cifra que, si se compara con la de años anteriores, es llamativamente baja. De hecho, otros años, cuando el Gobierno lanzó planes de incentivo a la compra de vehículos, la tasa de achatarramiento era mucho mayor, ya que esos planes obligaban a dar de baja el coche viejo para beneficiarse de las ayudas a la compra de uno nuevo. “Este porcentaje fue del 100% en algunos momentos en que estaban en vigor planes de incentivo al achatarramiento de coches viejos por la compra de uno nuevo (Planes PIVE)”, resaltan desde Anfac.

Según los últimos datos disponibles recopilados por la Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (Sigrauto), en 2016 se achatarraron un total de 611.446 automóviles, un 11,3% menos que en 2015, cuando pasaron por los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), denominación oficial de los desguaces, 689.760 coches (turismos, vehículos industriales de menos de 3.500 kg y todoterrenos). Y si se compara con lo ocurrido seis años antes, la diferencia es mucho mayor. Tanto es así que en 2016 se achatarraron un 27% menos que en 2010, cuando los CAT recepcionaron un total de 839.637 coches viejos.

Un vehículo se da de baja cuando se considera que ha llegado al final de su vida útil. En ese momento, lo que el dueño debe hacer es llevarlo directamente a un Centro Autorizado de Tratamiento para hacer el trámite. En estos centros, más allá de triturar coches y convertirlos en chatarra, también se llevan a cabo tareas de reciclaje y recuperación de las piezas de los vehículos, siempre bajo los parámetros medioambientales que marca la ley.

Así, antes de que un coche viejo quede reducido a un amasijo de hierros, los mecánicos desmontan y limpian las piezas que más tarde se pondrán a la venta y que tendrán una ‘segunda vida’ en otro vehículo. Una tarea que es cada vez más complicada ante la cada vez menor llegada de coches viejos a estos centros.

PROBLEMA MEDIOAMBIENTAL Y DE SEGURIDAD

Aunque ese no es el mayor problema que genera la baja tasa de achatarramiento. Y es que el hecho de que cada vez se envíen menos coches al desguace supone que esos vehículos siguen formando parte del parque automovilístico y, por tanto, circulando por las carreteras españolas.

El envejecimiento del parque automovilístico, que ya alcanza los 12 años de media, tiene consecuencias tanto en el medioambiente -los coches viejos son más contaminantes-, como en la seguridad vial -estos vehículos tienen menos sistemas de seguridad-. Los datos de siniestralidad de la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran que en 2017 se produjeron 1.067 accidentes mortales en vías interurbanas, en los que fallecieron 1.200 personas, y la antigüedad media de los vehículos implicados en esos accidentes era de 12 años para los turismos. Es más, la antigüedad aumenta hasta los 13,8 años en el caso de los turismos en los que viajaban los fallecidos.

Por ello, no es de extrañar que el sector del automóvil reclame un cambio. Recientemente la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) ha pedido medidas orientadas a la retirada de vehículos más antiguos y contaminantes a través de un plan de achatarramiento que incentive su renovación por modelos más eficientes.

El achatarramiento es una buena opción si el coche es muy antiguo, pese a que muchos se sientan tentados de venderlo para sacar algo de dinero que poder invertir en la compra de un coche nuevo. Para ahorrar, lo mejor es buscar y comparar precios, y en eso es especialista Carfy.es. Esta plataforma ahorra tiempo al buscar las cinco mejores ofertas a sus usuarios en apenas 24 horas, y además les ofrece un ahorro medio de 4.500 euros en la compra de su coche nuevo.

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