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Imagen de archivo de una bandera de TurquíaEUROPA PRESS - Archivo

El banco central de Turquía ha mantenido este jueves su tasa de interés clave en el 45% después de ocho meses consecutivos de aumentos. Ha cumplido con lo esperado por el mercado, sobre todo después de que en enero el organismo dijese que el aumento de 250 puntos básicos que acometió sería el último del año, pese a que la inflación no da un respiro y se sitúa ahora en el 64,86%.

"Debido a ajustes de precios y salarios mensuales y dependientes del tiempo, la tendencia subyacente de la inflación mensual aumentó en enero en consonancia con las proyecciones de inflación, y la inflación general aumentó ligeramente", explica el banco central en un comunicado.

También señala que los indicadores recientes "sugieren que la demanda interna continúa moderándose", y esta moderación "es sólida en las importaciones de bienes de consumo y oro, pero más lenta que la proyectada en los indicadores de otros gastos de consumo".

Además, apunta, "la rigidez de la inflación de servicios, los riesgos geopolíticos y los precios de los alimentos mantienen vivas las presiones inflacionarias". Por eso el Comité ha decidido mantener los tipos, y ha avisado que "seguirá de cerca la alineación de las expectativas de inflación y el comportamiento de los precios con las proyecciones, y el impacto de los aumentos salariales sobre la inflación".

Por otro lado, el banco central turco señala que las condiciones de financiación externa, el nivel de las reservas de divisas, la mejora de la balanza por cuenta corriente y la demanda de activos denominados en liras turcas "siguen contribuyendo a la estabilidad del tipo de cambio y a la eficacia de la política monetaria". "La determinación de adoptar una postura monetaria estricta seguirá contribuyendo al proceso de apreciación real de la lira turca, que es un elemento clave de la desinflación", asevera.

Según el Comité, el nivel actual de los tipos "se mantendrá hasta que haya una disminución significativa y sostenida en la tendencia subyacente de la inflación mensual y hasta que las expectativas de inflación converjan al rango de pronóstico proyectado". Asimismo, ha avisado de que "la postura de política monetaria se endurecerá en caso de que se anticipe un deterioro significativo y persistente de las perspectivas de inflación".

Por último, el banco central turco dice que "teniendo en cuenta los efectos retardados del ajuste monetario, el Comité determinará sus decisiones de política de manera que creen las condiciones monetarias y financieras necesarias para asegurar una disminución en la tendencia subyacente de la inflación" para alcanzar así la meta del 5% a medio plazo.

"Se seguirán de cerca los indicadores de inflación y la tendencia subyacente de la inflación y el Comité utilizará con decisión todas las herramientas a su disposición en consonancia con su principal objetivo de estabilidad de precios", concluye.

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