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Ilustración de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.TWITTER / @ESTATALESCLATE - Archivo

A falta de dos semanas para cerrar el primer trimestre de 2024, las bolsas pueden afirmar que, por el momento, está siendo un buen año para los mercados de renta variable. Los principales índices estadounidenses acumulan rentabilidades de dos dígitos que van desde el 20% que ha ganado el Dow Jones hasta la subida del 40% que ha experimentado el tecnológico Nasdaq. Ello, a pesar de que la tensión geopolítica continúa aumentando y que episodios derivados del conflicto en Oriente Medio, aunque parezcan haberse disipado, siguen más vigentes que nunca.

"En un mundo multipolar, la competencia por el poder mundial lleva cada vez más a los países a proteger sus intereses militares y económicos erigiendo nuevas barreras al comercio transfronterizo en sectores clave como la tecnología y las energías renovables. Dado que la geopolítica y la seguridad nacional influyen cada vez más en la circulación de mercancías y en dónde se realizan las grandes inversiones de capital, es mucho más importante que los inversores sepan escoger entre una cantidad vertiginosa de información y centrarse en lo que es relevante", explican desde Morgan Stanley Research.

En este contexto, la firma neoyorquina identifica tres aspectos clave que podrían ser de interés para los inversore y que están muy relacionados, sobre todo, con el papel de Estados Unidos y China en la construcción de este mundo multipolar.

TRANSPORTE MARÍTIMO EN EL MAR ROJO

En primer lugar, Morgan Stanley espera que el flujo de buques de transporte de mercancías siga siendo robusto, incluso si ese flujo se redirige para evitar el Mar Rojo, que sirve de salida para los buques que salen del Canal de Suez.

"Aunque se ha producido recientemente un aumento del 200% en las tarifas de flete, no ha habido aumentos fundamentales de los costes del transporte marítimo. Además, actualmente hay un excedente de portacontenedores", explican.

La firma estadounidense subraya que, si bien es cierto que los largos cambios de ruta de los transportistas por el extremo sur de África para evitar la zona de conflicto pueden causar retrasos, pero deberían tener un impacto "mínimo" sobre la inflación en Europa. "Los riesgos para el sector minorista estadounidense deberían ser igualmente manejables", agregan.

Otros expertos, como los de Berenberg, opinan que los problemas en el Mar Rojo son "desagradables", pero "no catastróficos". "Estimamos que una transferencia total del aumento de las tarifas de flete elevaría el nivel general de precios al consumidor en la eurozona en aproximadamente 0,4 puntos porcentuales. Sin embargo, el efecto real probablemente será de sólo 0,2 puntos porcentuales en los próximos tres meses", indican los expertos de la compañía alemana.

RESISTENCIA DEL PETRÓLEO

Relacionado con esto, los grandes productores de petróleo Oriente Próximo, responsables del suministro y producción de la mayor parte del suministro mundial, podrían verse muy afectados por esta creciente tensión en la zona. "Sin embargo, la amenaza de un crecimiento más débil, una mayor inflación y la erosión del apoyo de los aliados ofrecen a estos países un incentivo para contener el conflicto", señala Morgan Stanley.

En este sentido, la firma neoyorquina opina que es "poco probable" que se produzca un "impacto negativo" en la deuda de los países productores como consecuencia de las turbulencias que está atravesando la región.

"Los envíos de crudo también deberían sufrir un impacto limitado, aunque los precios del petróleo podrían repuntar y las refinerías de petróleo europeas, en particular, podrían sufrir presiones si se aceleran las perturbaciones en el estrecho de Ormuz, por el que circula diariamente alrededor de una quinta parte de los suministros de petróleo", sentencian.

No obstante, cabe señalar que Aramco, la mayor petrolera del mundo, anunció recientemente que su beneficio en 2023 se redujo un 24% con respecto a 2022. De igual modo, la compañía ha anunciado que los recortes de producción acordados por la OPEP+, así como el recorte voluntario de Arabia Saudí, que se extenderán hasta mediados de año, provocarán una reducción de la inversión en este ejercicio fiscal.

OPORTNIDADES EN ASIA

Por último, los expertos de Morgan Stanley Research dan una de cal y otra de arena con la renta variable asiática. Por un lado, la firma estadounidense opina que China no cumplirá el objetivo de crecimiento del 5% establecido por Pekín, ya que "tiene mucho trabajo por hacer para reorientar su motor económico y alejarlo de la propiedad, las infraestructuras y la deuda".

Ello, explican, ha llevado a su equipode economistas a establecer un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 4,2% para 2024, que se ralentizará hasta el 1,7% de 2025 a 2027. "En consecuencia, la valoración relativamente baja del mercado de renta variable chino sigue afrontando retos, incluidos riesgos como que la política estadounidense restrinja la inversión futura", apuntan.

Por otro lado, en el resto de Asia, especialmente en Japón y en India, las "tendencias positivas a largo plazo" deberían impulsar estos dos mercados. Entre algunos de los catalizadores que encuentran estos expertos se encuentra el reequilibrio fiscal de sus economías, el aumento de la digitalización en los países y los crecientes desplazamientos de los centros de fabricación y suministro para diversificar la producción.

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