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Jerome Powell, preisdente de la Fed.

La tensión en el mercado es máxima en la jornada previa a la reunión de la Reserva Federal (Fed). Así lo está reflejando el mercado de bonos. El temor del mercado a una subida de 100 puntos básicos se ha agudizado después de los últimos acontecimientos, provocando que los rendimientos de los bonos se hayan disparado. El bono alemán (‘bund’), de referencia en Europa, supera en estos momentos el 1,9%, mientras que el bono español a diez años se sitúa por encima del 3%, máximos del último trimestre, y el italiano escala por encima del 4,2%, alcanzando también máximos de los últimos tres meses, muy afectado por los comicios de este próximo domingo. Las primas de riesgo de España e Italia rondan los 110 y 225 puntos básicos, respectivamente.

A su vez, se están registrando repuntes en el bono francés (2,49%), el británico (3,29%) o el neerlandés (2,24%) y el portugués (2,96%), mientras que el bono griego se sitúa por encima del 4,4%. Al otro lado del Atlántico, el bono estadounidense a diez años ha superado máximos no vistos desde abril de 2011, situándose en el 3,593%, mientras que el bono a dos años se ha disparado hasta rozar el 4%, un nivel no visto desde 2007.

“Todo ello es consecuencia de las expectativas que manejan los mercados con relación a los futuros movimientos en materia de tipos de interés de los bancos centrales”, indica Juan Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities. Y es que, además de la Fed, otros bancos como los de Japón, Suiza, Noruega o Reino Unido también revisarán sus referencias estos días, mientras que otros mercados emergentes como Filipinas, Indonesia, Taiwán y Turquía harán lo propio.

Sin embargo, el primer movimiento y la primera gran sorpresa ha llegado desde Suecia. Este martes el Riksbank ha conmocionado al mercado con una subida de 100 puntos básicos, el mayor movimiento en el último siglo, situando su tasa de interés de referencia en el 1,75%, y anunciando que habrá más subidas durante los próximos seis meses. El mercado, casi unánimemente, esperaba que el alza fuera de 75 puntos básicos.

Los expertos de Danske Bank esperan que "haya un factor común para todos los bancos centrales, y es el adelanto de una política monetaria más estricta con el fin de reducir la inflación”. “Esto debería conducir a curvas más planas en los bonos a 2-10 años y 2-5 años, así como a un dólar más fuerte", explican.

El temor ahora es que la Fed emule a su homólogo sueco y eleve los tipos de interés en 100 puntos básicos, lo que sería el mayor repunte de los últimos 40 años. Asimismo, desde Link Securities creen que lo más relevante será el nuevo cuadro macroeconómico que dé a conocer el banco central estadounidense, para el cual se espera que revise a la baja el crecimiento económico y al alza sus expectativas de inflación. También consideran especialmente relevante la publicación del diagrama de puntos en el que los miembros del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) dibujan sus expectativas a medio plazo para los tipos de interés de referencia.

"Si la Reserva Federal mueve sus puntos al alza, la anticipación de los mercados a nuevas subidas debería aumentar, junto con la fijación de precios de subidas de tipos más firmes de magnitud similar. Las expectativas actuales del mercado hacen que el rango objetivo de la Fed del 2,25-2,50% se mueva hasta el 4,0-4,25%, si no lo supera a finales de año", señalan desde ING a ‘CNBC’.

Asimismo, el equipo del banco neerlandés indica que, "mientras estemos en ese tramo ascendente, también los tipos a largo plazo pueden seguir siendo arrastrados por la corriente de los tipos a largo plazo, aunque es probable que la curva se invierta más en el proceso".

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