La próxima crisis financiera mundial será más benevolente que otras anteriores… pero está al caer y se cebará especialmente con la renta variable. Así lo asegura Guggenheim, la gestora de activos estadounidense, que señala las alta valoraciones en bolsa como su talón de aquiles de cara a una recesión que prevé inminente.
Noticia relacionada
Manual de supervivencia para la próxima crisis, según David Rosenberg“Teniendo en cuenta que las valoraciones han alcanzado niveles muy elevados en este ciclo, esperamos caídas de entre el 40 y el 50% en la próxima recesión”, señala la gestora.
Guggenheim va aún más lejos y compara la próxima crisis con la de la burbuja de las puntocom, que vio como los inversores se volcaban con las tecnológicas atraídos por sus exhuberantes retornos. Y pese a su corta duración, las puntocom provocaron caídas de hasta el 50% en el S&P 500.
Uno de los indicativos de estas altas valoraciones es el ratio PER Shiller de este selectivo estadounidense. En estos momentos, los inversores están pagando un PER de 31,1 respecto a su media histórica, situada en el 16,6.
Otro de los clavos en el ataúd de las bolsas será la "ausencia de políticas de la Fed y Washinton para frenar cualquier tipo de caída brusca en los mercados", según Guggenheim. "Incluso con una o dos alzas más de tipos en este ciclo, la Fed tendría muy poco margen para combatir la próxima recesión", apostilla.
Pese a que la bolsa sea la peor parada, Guggenheim prevé que en una escala más macroeconómica, las economías tengan “un aterrizaje suave”. Y todo, gracias a la “resiliencia” de estas, que les ha permitido endurecerse en los últimos años para amortiguar el impacto de futuras crisis.
Finalmente, Guggenheim se refiere a China, "uno de los líderes del actual ciclo financiero", cuya habilidad para "apuntalar sobre la marcha su economía ha brindado cierta esperanza a los inversores ante una posible recesión". Sin embargo, la gestora observa que "los niveles de deuda del país asiático siguen siendo elevados pese a los estímulos fiscales y monetarios llevados a cabo por Pekín".