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Reuters

Los analistas de Bank of America Merrill Lynch anticipan el final del mercado alcista de Wall Street, que comenzó cuando el S&P 500 marcó un suelo en 666 puntos en marzo de 2009. Según los expertos del banco estadounidense, el principal indicador mundial tocará un techo en 3.333 puntos el próximo año, y más concretamente en marzo de 2020. Posteriormente, comenzará un mercado bajista que implicará una gran corrección para la renta variable estadounidense, según las previsiones que manejan.

Merrill Lynch considera que las fuertes ganancias que acumulan las bolsas mundiales en 2019 se deben, principalmente, "a la Reserva Federal de EEUU (Fed) y a la burbuja del mercado de bonos". No obstante, observa varios acontecimientos que indican goteras en el sistema, como las fallidas salidas a bolsa de los últimos meses, el comportamiento bursátil negativo de los brokers y las tensiones de liquidez en el mercado monetario estadounidense.

En su opinión, nos encontramos en la última etapa del mercado alcista que comenzó en 2009, y que estará caracterizada por "un contagio irracional" que provocará un último tramo de subida en las bolsas mundiales.

"Los balances de los bancos centrales están aumentando de nuevo, tanto en EEUU (Fed) como en la zona euro (BCE)", señalan. Además, afirman que si Grecia ha sido capaz de realizar emisiones de deuda con rentabilidades negativas, no ven obstáculos para que el S&P 500 pueda dispararse hasta 3.333 puntos.

Por ello, se declaran "irracionalmente optimistas" para los próximos meses, debido al posicionamiento bajista extremo de los inversores, que les hace mantener una postura optimista por la teoría de la opinión contraria. Según su valoración, la burbuja de los bonos ha provocado un "contagio irracional" a las acciones, ya que está "retrasando la recesión mundial". Así las cosas, anticipan un nuevo rally de Wall Street hasta 3.333 puntos en marzo de 2020, que puede coincidir con la celebración del 'supermartes' electoral en EEUU.

En su opinión, los inversores siguen preocupados por los tipos de interés, la posible recesión y la rotación de activos. "Las preocupaciones de los inversores sobre las tasas, la recesión y la rotación pueden cumplirse en 2020, pero en los próximos meses tenemos una visión contraria de las tres", explican.

A medio plazo, desde Merrill Lynch, se han declarado "racionalmente bajistas para 2020" porque esperan "que la burbuja de bonos estalle y provoque un gran techo en el crédito, a través de los diferenciales; y en las acciones, mediante un pico de los múltiplos". Esto, finalmente, provocará un "desapalancamiento de Wall Street y una recesión" económica.

Y definen el escenario actual como "de máxima liquidez" tras 43 recortes de tipos por parte de los bancos centrales en lo que va de año y 751 rebajas desde la quiebra de Lehman Brothers. Además, las nuevas medidas de la Fed y el BCE elevarán los balances de los bancos centrales hasta 16,6 billones de dólares en abril de 2020.

A esto hay que sumar que el total de bonos con rentabilidades negativas asciende a casi 15 billones de dólares, lo que es "muy alcista para Wall Street, hasta que llegue el momento de la impotencia. Nuestra narrativa bajista para 2020 se basa en la impotencia política y en el estallido de la burbuja de los bonos", señalan.

"Los diferenciales de crédito permanecen muy bajos, pero el mal comportamiento de las salidas a bolsa, el repunte de los tipos de reposición en EEUU, los temblores crediticios de Argentina y un riesgo creciente de una subida desordenada del dólar, debido a la política divergente de EEUU, indica una crisis de liquidez en 2020", añaden.

Por último, comentan que "una posible destitución de Trump en 2020 puede anticipar un cambio en EEUU hacia políticas redistributivas de izquierda que impliquen una mayor regulación y mayores impuestos, que a su vez perjudicarían a los beneficios de las empresas estadounidenses".

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