cbitaliagobierno1 short1
Luigi Di Maio (izquierda) y Matteo Salvini (derecha).

La volatilidad que vienen mostrando en las últimas jornadas los bonos italianos no deja lugar a dudas: el nerviosismo está volviendo a apoderarse de los inversores en lo que al país trasalpino se refiere. Sobre la mesa está la presentación de los presupuestos para 2019, prevista para este mes de septiembre, y el temor a que las demandas de los dos partidos que conforman el Gobierno ('Movimiento 5 Estrellas' y 'Liga Norte') den lugar a un presupuesto que haría chocar frontalmente a Italia con sus socios europeos.

El ministro de Finanzas, mientras tanto, se erige como árbitro en esta situación. De Giovanni Tria se espera que medie entre su país y la Unión Europea (UE) y que consiga que se imponga el tono moderado en esos presupuestos para evitar que la situación se descontrole.

El panorama se plantea complicado porque el polémico vicreprimer ministro italiano y ministro de Interior, Matteo Salvini, ya ha dicho que las reglas de la UE "no son la Biblia". Además, habrá que ver por dónde sale el también viceprimer ministro y líder del 'Movimiento 5 Estrellas', Luigi Di Maio, que hasta ahora se ha mantenido en un discreto segundo plano pero que parece defenderá 'con uñas y dientes' las demandas económicos que su formación planteó durante la campaña y que incluyen, entre otras, una renta básica universal.

La duda está en si Giovanni Tria va a poder resistir los envites, tanto de Di Maio como de Salvini

"Creemos que el enfoque más conservador del ministro de Finanzas prevalecerá en última instancia en el presupuesto final. Mientras tanto, sin embargo, los inversores deberían esperar más turbulencias mientras el Gobierno trata de tranquilizar a los votantes y a los mercados con propuestas inconsistentes", señalan los expertos de Oxford Economics en un informe sobre la realidad política italiana.

Los analistas consideran que existe una contradicción evidente entre las promesas económicas que hicieron ambos partidos durante la campaña electoral y la realidad de la situación fiscal de Italia. A su vez, identifican claras "contradicciones" e "incoherencias" en el seno del propio Ejecutivo. "Las opiniones de Giovanni Tria chocan con los comentarios de los viceprimer ministros, Matteo Salvini y Luigi Di Maio", recalcan desde Oxford Economics.

A finales del mes pasado, Di Maio dijo que la reforma fiscal, la renta básica y las pensiones, que en su conjunto cuestan alrededor de 100.000 millones de euros, son "emergencias sociales". Esto está claramente en contra de las observaciones realizadas por Tria en el Parlamento, cuando declaró que el déficit no empeorará en los próximos presupuestos. La duda está en si Giovanni Tria va a poder resistir los envites, tanto de Di Maio como de Salvini.

El Gobierno italiano debe presentar sus nuevas previsiones financieras y económicas al Parlamento hacia finales de septiembre. Las previsiones servirán de base para el presupuesto, que deberá enviarse a la Comisión Europea (CE) para su revisión a mediados de octubre. Los expertos aventuran que los pronósticos probablemente incorporarán un crecimiento más lento de lo que se suponía.

Las previsiones actuales del Gobierno italiano son de un crecimiento del PIB del 1,5% en 2018. "Recientemente hemos recudido la previsión de crecimiento para este año hasta el 1,2%. Además, es probable que las nuevas proyecciones tengan en cuenta las peores condiciones de los tipos de interés. Un crecimiento más lento y unos mayores costes de la deuda simplemente dejan al Gobierno con menos margen fiscal", explican los expertos de Oxford Economics.

"No es de extrañar que la incertidumbre sobre la agenda fiscal antes de las nuevas previsiones, unida a unos volúmenes de negociación típicamente bajos en agosto, haya alimentado las reacciones negativas del mercado italiano de bonos. Esperamos que la incertidumbre sobre las perspectivas fiscales persista en las próximas semanas, ya que el Gobierno trata de tranquilizar a los votantes y a los mercados con propuestas inconsistentes", remarcan estos analistas.

Desde Oxford Economics recuerdan, por último, que el límite de endeudamiento de la Unión Europea es del 3% del PIB y advierten de que Salvini y Di Maio podrían obligar a Tria a presionar para conseguir un mayor relajamiento. "Un déficit superior al 3% del PIB preocuparía a los mercados financieros y pondría a Italia en una trayectoria de deuda insostenible", advierten desde Oxford Economics.

POR SUS PALABRAS LES CONOCERÉIS

El ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, ha tratado de calmar los ánimos desde que fue designado para el puesto en sustitución del polémico Paolo Savona, el primer candidato de Salvini y Di Maio para el puesto que fue descartado porque la UE no lo veía con buenos ojos dado su carácter radical y euroescéptico.

"Esperamos que la incertidumbre sobre las perspectivas fiscales persista, ya que el Gobierno trata de tranquilizar a los votantes y a los mercados con propuestas inconsistentes", señalan desde Oxford Economics

A principios del mes de junio, en una entrevista con el 'Corriere della Sera', Tria dijo que no estaban discutiendo una propuesta para salir del euro y también señaló que los presupuestos serían plenamente coherentes con el objetivo de continuar en la vía de la reducción de la deuda respecto al PIB.

En julio, ante el Parlamento, Tria afirmó que el déficit presupuestario estructural no empeoraría y, en declaraciones a Bloomberg el mismo mes, apuntó que la discontinuidad del nuevo Ejecutivo respecto a los anteriores no quedaría reflejada en el nivel de deuda.

El viceprimer ministro y líder del 'Móvimiento 5 Estrellas', Luigi Di Maio, afirmó a finales de julio en una entrevista con el 'Corriere della Sera' que la reforma fiscal, la renta básica y la reforma de las pensiones eran emergencias sociales y que había que aprobarlas inmediatamente. Además, en la misma entrevista señaló que un referéndum sobre la permanencia en el euro estaba en su ideología pero que no se había incluido en el acuerdo de coalición con la 'Liga Norte' y que, por tanto, no sería algo buscado por el Gobierno.

Finalmente, Matteo Salvini, en una entrevista realizada a principios de este mes con 'Sky TG24', señaló que el presupuesto de 2019 no incluiría todas las medidas previstas, pero que contendrá los primeros pasos hacia una revisión fiscal y una revisión de las pensiones radicales. Poco después, en una entrevista en 'La Stampa', apuntilló que la regla del 3% del déficit no estaba grabada en piedra.

Noticias relacionadas

contador