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Paraguas bursátil

La sombra de un mercado bajista en Wall Street vuelve a cernirse sobre los inversores ante la debilidad del dólar y el caos arancelario provocado por Trump. Así, tras un pronunciado retroceso desde su pico de febrero, los temores se intensifican y la necesidad de preservar el capital se vuelve urgente. En estos escenarios, donde los vientos soplan en contra y la brújula parece girar sin rumbo, el ingenio y la estrategia pueden marcar la diferencia.

Ray Dalio, presidente de Bridgewater Associates, lo entendió mejor que nadie cuando creó una fórmula para navegar con éxito cualquier tormenta financiera: la ya célebre cartera 'All-Weather'.

Imagine que su cartera de inversiones es un viajero que debe estar preparado para cualquier clima: desde el sol radiante hasta las tormentas más intensas. Esta es la premisa detrás de la estrategia 'All-Weather' (Todo Clima), desarrollada por el citado experto en 1996.

A diferencia del clásico enfoque 60/40 (60% acciones, 40% bonos), esta estrategia busca equilibrar el riesgo en lugar de simplemente dividir los activos por porcentajes. Se basa en dos fuerzas económicas fundamentales: el crecimiento y la inflación. Al considerar cómo diferentes activos responden a estas variables, se crean cuatro "estaciones" económicas:

Inflación en aumento: Benefician las materias primas y los bonos ligados a la inflación.

Inflación en descenso/deflación: Favorecen los bonos gubernamentales a largo plazo.

Crecimiento en aumento: Las acciones y otros activos de crecimiento tienden a sobresalir.

Crecimiento en descenso: Los bonos gubernamentales se convierten en refugios seguros.

Al diversificar entre estos activos, la cartera busca ofrecer un rendimiento más estable a lo largo de los ciclos económicos.

LA COMPOSICIÓN DE UNA CARTERA 'ALL-WEATHER'

Una asignación típica en esta estrategia podría ser:

40% en bonos del Tesoro a largo plazo

15% en bonos del Tesoro a medio plazo

30% en acciones

7,5% en oro

7,5% en materias primas

Esta combinación busca no solo diversificar, sino equilibrar el riesgo. En concreto, como apunta Richard Bowman, analista de Simply Wall St, “a diferencia de las carteras tradicionales que distribuyen el capital, la 'All-Weather' reparte el riesgo. Eso es lo que la hace tan resistente”.

Recientemente, State Street lanzó el fondo cotizado ALLW, basado en esta estrategia y gestionado en colaboración con Bridgewater. Dicho ETF utiliza apalancamiento para amplificar la exposición a activos de menor volatilidad, manteniendo un perfil de riesgo balanceado.

No obstante, como advierte Bowman, “al ser un fondo joven y apalancado, conviene observar su comportamiento a través de diferentes ciclos antes de comprometerse del todo”.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA ESTRATEGIA

FORTALEZAS

Basada en fundamentos económicos
: No depende de la suerte ni de patrones pasados, sino de cómo los activos reaccionan a variables macroeconómicas reales.

Fácil implementación: Utilizando fondos cotizados de bajo coste, cualquier inversor puede replicar la estrategia sin necesidad de un fondo de cobertura.

Flexibilidad sin complejidad: Puede adaptarse a distintos perfiles y horizontes sin perder su esencia.

Bowman lo resume así: “La estrategia no te promete riquezas rápidas, pero sí refugio en la tormenta”.

DEBILIDADES

Rendimientos moderados: Aunque reduce la volatilidad, es poco probable que supere a una cartera centrada en acciones en un mercado alcista sostenido.

No es infalible: En 2022, cuando tanto acciones como bonos cayeron a la vez, la estrategia sufrió como el resto.

Dependencia de los bonos: Algunos critican que su rendimiento histórico se debe en parte al prolongado mercado alcista de los bonos.

ADAPTANDO LA ESTRATEGIA A ACCIONES INDIVIDUALES

Aunque la estrategia se basa en clases de activos, también puede aplicarse a carteras de acciones seleccionadas. El truco está en identificar qué empresas o sectores prosperan bajo qué condiciones económicas. Es como componer una sinfonía donde cada instrumento -cada acción- tiene su momento para brillar.

Crecimiento alto + inflación baja ('Goldilocks'): Tecnología, consumo discrecional, industriales.

Crecimiento e inflación en alza (Reflación): Energía, materiales, inmobiliario.

Crecimiento bajo + inflación alta (Estanflación): Mineras, oro, servicios públicos.

Crecimiento e inflación bajos (Deflación): Acciones de dividendos estables, salud, empresas de consumo básico.

“Aplicar la lógica ‘todo clima’ a acciones individuales requiere más esfuerzo, pero ofrece una defensa aún más personalizada frente a la incertidumbre”, afirma Bowman.

CONCLUSIÓN: UNA BRÚJULA EN LA NIEBLA

En un entorno donde las señales del mercado parecen cada vez más difusas y los sobresaltos son la norma, la estrategia 'All-Weather' emerge como una brújula confiable. No es un billete de oro hacia la riqueza instantánea, pero sí una forma de mantener el rumbo cuando las condiciones cambian.

El mercado bajista que se avecina no tiene por qué ser una sentencia. Como demuestra la cartera 'Todo Clima', prepararse para lo impredecible puede ser la mayor ventaja competitiva.

Así, en palabras de Bowman: “Invertir no es predecir el clima, es construir un refugio que resista la tormenta”.

Y en tiempos como estos, ese refugio puede ser el mayor activo de todos.

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