El complicado momento político que vive España tiene una derivada inquietante: los muchos informes que están emitiendo las grandes firmas de inversión internacionales en los que muestran su preocupación por la situación de nuestro país y alertan de los efectos negativos de la incertidumbre política.
Los expertos de BofA Merrill Lynch se han sumado a este nutrido grupo y han avisado de que lo que España ha 'ganado' por la crisis italiana podría perderlo ante la propia situación de 'crisis' que se cierne sobre el país.
"España se ha convertido en el destino a elegir por los flujos financieros desalentados por la situación de Italia. Pero ahora, es muy probable que la volatilidad se incremente, amenazando esta situación", afirman estos expertos.
LOS TRES GRANDES RETOS
Según estos analistas, España debe superar, hoy por hoy, tres grandes retos. El primero de ellos tiene que ver con "hacer frente al ajuste fiscal pendiente y a las reformas estructurales para mejorar el panorama a medio plazo". En este sentido, cabe destacar que los expertos, en general, se muestran especialmente preocupados por este aspecto. Preocupa la fragmentación política y la falta de capacidad de los partidos para gobernar en coalición y llegar a acuerdos. Un temor que recuerda a los miedos que expresaban los analistas tras el fragmentado resultado electoral en Italia, que finalmente se saldó con el acuerdo que menos gustaba al mercado y que actualmente está dando tanto quebraderos de cabeza a Europa.
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El segundo reto para España, según BoA Merrill Lynch, es el crecimiento económico del país a corto plazo. La pasada semana Moody's se mostraba reacio a cualquier mejora del rating de España principalmente por esta causa. Así, la agencia espera una desaceleración en el crecimiento de la economía española este año, con un último pronóstico de expansión del 2,2%, mientras que para 2020 el crecimiento será inferior al 2%. Sin embargo, la agencia subraya que España continuará creciendo por encima de la media de la Zona Euro.
El tercer reto que debe afrontar España es, en opinión de estos expertos, "el empuje secesionista en Cataluña". Esto está directamente relacionado con las infructuosas negociaciones de la pasada semana entre Pedro Sánchez y los independentistas para sacar adelante los Presupuestos y con las exigencias secesionistas que éstos siguen reclamando. Todo ello aderezado por el inicio del juicio a los líderes del 'procés', que ha contribuido a aumentar la tensión y el ruido, también de cara al exterior.
Con todo, estos analistas no consideran que las elecciones, fijadas para el 28 de abril, vayan ser muy determinantes en lo que respecta a estos tres retos. "No creemos que las elecciones vayan a tener mucho peso en el panorama a medio-largo plazo", indican, e insisten en ese freno que supone la fragmentación política. "La crecimiente fragmentación y polarización del espacio político no conduce a más reformas ni a un ajuste fiscal necesario", advierten desde BofA Merrill Lynch.
TODA OPCIÓN PARECE MALA
BofA Merrill Lynch no tiene nada claro cuál sería el resultado electoral más favorable para España, principalmente porque, tal y como reconoce, "las opciones centristas para el nuevo Gobierno siguen siendo muy difíciles de alcanzar". Así, las opciones son una coalición de izquierdas que incluya a la "extrema izquierda ("el statu quo", afirma) o una coalición de derechas que incluya a la "extrema derecha", con VOX, señala.
"Una coalición de izquierdas como la actual podría acarrear riesgo de políticas menos favorables para el crecimiento, pero tendría mejores perspectivas de contener una posible escalada de la crisis catalana que una de derechas", reconocen estos expertos.
