El PIB de Alemania se contrajo un 2,2% en el primer trimestre, una cifra que se ha situado en línea con lo esperado por el consenso del mercado. Se trata de la mayor caída del PIB germano desde el primer trimestre de 2009.
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La economía teutona no es inmune a la recesión causada por el virus, pero su contracción ha sido mucho menor que la de otras grandes economías como la española, la francesa o la estadounidense. Los analistas anticipan que, a lo largo de 2020, Alemania registrará una contracción económica del 9%.
Su menor dependencia del sector servicios y del turismo y su mayor enfoque hacia el sector industrial, así como su saneada posición fiscal, permitirán al país hacer frente al impacto de la pandemia con una mayor fortaleza que otras naciones.
No obstante, es necesario recordar que Alemania estaba creciendo a una tasa mucho menor que otros países como España por el impacto de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. "La economía alemana ha estado de puntillas al borde de la recesión desde principios de 2019, pero ya no puede esconderse", afirman desde Pantheon Macroeconomics.
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"La revisión al cuarto trimestre significa que la economía entró en una recesión técnica a principios de año, y esto antes del colapso en la actividad del segundo trimestre. La historia principal es similar a otras partes de la zona euro. La epidemia de Covid-19 no impactó la actividad en enero y febrero, pero el golpe en marzo fue más que suficiente para arruinar el trimestre en su conjunto", añaden estos expertos.
Las fuertes caídas en el gasto de los consumidores y el gasto de capital de fabricación fueron las principales lastres económicos, mientras que el gasto sólido del gobierno y el gasto de construcción impidieron una disminución aún mayor del PIB.
"Mirando hacia el futuro", explican desde Pantheon, "el segundo trimestre será mucho peor, aunque sospechamos que la economía alemana continuará superando a sus pares de la zona euro".
