EEUU investiga si el Covid-19 salió accidentalmente de un laboratorio chino, según han confirmado varios funcionarios de Inteligencia a NBC News. El espionaje americano trabaja con la hipótesis de que un investigador de un laboratorio militar y civil en Wuhan podría haberse infectado accidentalmente y haber propagado el virus sin saberlo.
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Los informes elaborados hasta el momento han descartado que el nuevo coronavirus haya sido creado por el hombre, tal y como han confirmado numerosos científicos. Sin embargo, no descartan la posibilidad del error humano en este laboratorio, dedicado a la investigación sobre coronavirus, pese a que China ha negado con rotundidad esta afirmación.
Cuestionado por esta información, el Secretario de Defensa, Mark Esper, ha comentado que "es algo que analizamos de cerca desde hace algún tiempo", aunque ha agregado que los resultados de la investigación hasta ahora son "poco concluyentes".
En los últimos días, FoxNews, muy ligada al presidente Trump, ha publicado que fuentes del Gobierno americano "creen que el brote de coronavirus se originó en el laboratorio de Wuhan como parte de los esfuerzos de China para competir con EEUU".
El Instituto de Virología de Wuhan es un instituto de investigación de virología administrado por la Academia de Ciencias de China y está situado en el distrito de Jiangxia de Wuhan. En 2015, se abrió el primer laboratorio de bioseguridad de nivel 4 en China continental en este instituto, especializado en la investigación de coronavirus asociados a murciélados y su potencial para transmitirlos a los humanos.
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Según las fuentes citadas por Fox News, la transmisión inicial del virus, una cepa de origen natural que se estaba estudiando en este laboratorio, fue de murciélago a humano. Y el 'paciente cero' trabajaba en el laboratorio y lo propagó a la población de Wuhan de manera accidental.
El propio presidente Donald Trump se ha encargado de dar pábulo a estos rumores al comentar que "cada vez escuchamos más la historia ... estamos haciendo un examen muy completo de esta horrible situación". Así que la información bien pudiera ser una nueva filtración interesada en la particular 'guerra' de propaganda que han entablado China y EEUU para culparse del origen de la pandemia.
Por su parte, The Washington Post se ha hecho eco de una alerta lanzada en 2018 por la Embajada americana sobre la presunta falta de seguridad en esta laboratorio. El secretario de Estado, Mike Pompeo, uno de los halcones de Trump, ha comentado que "sabemos que el Instituto de Virología de Wuhan se encuentra a pocos kilómetros de donde estaba el mercado húmedo. Todavía hay mucho que aprender". Pompeo ha pedido conocer las condiciones de seguridad de esta instalación, algo a lo que parece muy poco probable que acceda China.
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A mediados de marzo, tras las primeras acusaciones estadounidenses en las que se acusaba a Pekín de haber escondido el origen del virus y su peligroso índice de contagio, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, afirmó que "es posible que haya sido el ejército estadounidense el que trajo la epidemia a Wuhan ¡Estados Unidos debe ser transparente! ¡Y debe publicar sus datos! Estados Unidos nos debe una explicación".
Lijian hacía alusión a la séptima edición de los Juegos Mundiales Militares, una competición que se celebró en Wuhan en la segunda quincena de octubre de 2019, muy poco tiempo antes de que comenzara a propagarse el virus. El diario Global Times, considerado una de las publicaciones oficiales del Gobierno chino, publicó una información en la que se afirmaba que el 'paciente 0' podría ser un militar americano que participó en estos juegos.
Unos 160 militares integraron la delegación española que participó en este evento, que regresó a España con una medalla de bronce lograda en pentalón naval. En total, los Juegos Mundiales Militares reunieron a 104 países representados por 9.603 atletas militares.
La celebración de este gran evento se produjo justo antes del inicio de la pandemia. Según ha publicado The South China Morning Post, publicación crítica con el régimen comunista, el 'paciente 0' del Covid-19 pudo haber sido confirmado el pasado 17 de noviembre en Wuhan, "según los datos del gobierno vistos por el Post", aunque no es descartable que la enfermedad se estuviera transmitiendo anteriormente, casi al mismo tiempo que los mencionados juegos.
Uno de los ejemplos más destacados de la censura china sobre el Covid-19 ha sido el del médico Li Wenliang, uno de los primeros en advertir sobre el nuevo virus a finales de diciembre y que fue obligado a retractarse para después fallecer, presuntamente tras contraer la enfermedad. Su muerte provocó una oleada de indignación en la red social china Weibo, similar a Twitter, que fue también censurada por las autoridades.
Así las cosas, el origen del Covid-19 y su propagación a nivel mundial se ha convertido en uno de los grandes misterios que deberán resolverse en los próximos meses. Por el momento, al igual que en otros ámbitos como el comercial y el tecnológico, Estados Unidos y China han comenzado una guerra de propaganda que amenaza cualquier intento independiente por conocer la verdad objetiva de los hechos.