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El presidente de BME, Antonio ZoidoEUROPA PRESS

Las empresas no financieras del Ibex 35 han protagonizado entre 2010 y 2017 un proceso de desendeudamiento y transformación de la estructura de su financiación que ha cristalizado en un aumento del peso de los recursos propios y la sustitución de crédito bancario por financiación con instrumentos de deuda negociados en mercados, según un informe del servicio de estudios de BME.

En concreto, el endeudamiento total de las empresas no financieras del Ibex 35 ha pasado en los últimos 7 años de representar el 72,4% del importe total del balance a un 67,1%. En términos absolutos, los pasivos financieros del conjunto homogéneo de compañías que han permanecido en el selectivo se redujo un 8%, pasando de los casi 230.000 millones a casi 210.000 millones.

Esta reducción del peso de los pasivos financieros ajenos respecto al total es compatible con el aumento de los recursos propios, que entre 2010 y 2017 aumentaron un 6,3%.

En dicho periodo los recursos propios (patrimonio neto) de las compañías no financieras del Ibex crecieron un 27%, una cifra que marca tendencia para empresas con acceso privilegiado a la financiación bancaria y a los mercados de deuda corporativa.

La suma total de los recursos propios de estas empresas en 2010 ascendía a algo más de 142.000 millones (un 27,6% de su balance) y en 2017 se elevaba hasta los 180.918 millones (un 32,9%, más de cinco puntos porcentuales superior al registro anterior).

"Este es un proceso que acerca al modelo de financiación empresarial en España al de países como Estados Unidos o Reino Unido, habitualmente líderes en materia de crecimiento económico", señala el informe de BME.

Esta tendencia, que también siguen otros países europeos, es muy significativa entre las empresas cotizadas españolas que están liderando el impulso de internacionalización, crecimiento y aumento de tamaño que, poco a poco, va arraigando en los procesos de cambio y transformación del modelo productivo español.

La diversificación de las fuentes de financiación empresarial es uno de los principales exponentes de este amplio cambio. En esta tendencia han desempeñado un papel importante las aportaciones de plataformas como el MAB y el MARF, que gestiona BME, según destaca el informe.

El fortalecimiento del balance de las principales compañías cotizadas guarda estrecha relación con el beneficio retenido, pero también con el elevado volumen de ampliaciones de capital canalizado a la Bolsa, que entre 2014 y 2017 superó los 120.000 millones de euros.

Dentro de los pasivos corrientes (a corto) y no corrientes (a largo) tiene un peso determinante la financiación bancaria, y es precisamente ese tipo de financiación la que ha sufrido la reducción más importante. Para el conjunto homogéneo de compañías del selectivo, entre 2010 y 2017 la financiación bancaria fue del 39%, pasando de 113.500 a 69.100 millones de euros.

AUMENTA LA FINANCIACIÓN MEDIANTE EMISIONES DE DEUDA

El descenso de la financiación bancaria de las compañías no financieras tiene como contrapeso un significativo aumento de la financiación vía emisiones de deuda a corto y largo plazo.

Este tipo de financiación gestionada a través de los mercados de capitales aumentó un 28% en el período analizado, pasando de 90.800 millones de euros en 2010 a 116.100 millones en 2017 para el conjunto del Ibex.

A cierre de 2017 la financiación vía mercado superaba en más de 47.000 millones a la financiación bancaria (116.100 millones frente a 69.000 millones), cuando en 2010 esta última era superior en 20.000 millones a la primera (91.000 millones frente a 113.000).

En términos de estructura de balance, la financiación de mercado mediante deuda corporativa representaba en 2010 el 39,6% del total de pasivos financieros y se sitúa ya en el 55,3% en 2017.

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