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Archivo - Fachada del edificio del Banco de España situada en la confluencia del Paseo del Prado y la madrileña calle de Alcalá.Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

El resultado ordinario neto de las empresas casi se duplica en los nueve primeros meses del año

MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha afirmado este jueves que las empresas españolas no financieras no han trasladado de forma agregada todo el aumento de costes a los precios de ventas de sus productos y servicios en los nueve primeros meses de 2022, si bien se trata de una situación con "mucha heterogeneidad" entre sectores.

Así lo ha afirmado durante la presentación del artículo analítico 'Evolución económica y financiera de las empresas españolas en 2021 y 2022 según la Central de Balances' y la memoria anual de 2021 de la Central de Balances.

En concreto, ha explicado que, tras la fuerte reducción experimentada en 2020 como consecuencia de la pandemia de Covid-19, en 2021 el margen sobre ventas repuntó, en un contexto de recuperación económica. Esta tendencia creciente del margen, sin embargo, se interrumpió en 2022, como reflejo en gran medida de la dificultad que muchas compañías habrían tenido para trasladar a sus clientes el aumento de los costes de producción, en particular el asociado a los productos energéticos, que se incrementó de forma notable.

Además, las empresas estarían perdiendo renta real en los primeros meses de 2022 en comparación con 2019, mientras que el margen sobre ventas también se habría reducido frente al nivel prepandemia.

Por sectores, el supervisor indica que los sectores con mayor peso de los gastos de energía y petróleo en sus costes de producción son los que registran un mayor descenso de sus márgenes sobre las ventas en comparación con el resto de las compañías, en concreto de 40 puntos. También predominarían los descensos de márgenes en aquellas compañías que, con independencia del sector de actividad al que pertenecen, son más propensas a exportar, y por tanto operan en unos entornos más competitivos, así como aquellas que partían de unos márgenes más elevados y que, por ello, tienen mayor capacidad para ajustarlos a la baja en un contexto de fuerte presión de costes.

HOSTELERÍA Y COMERCIO SUPERAN LOS MÁRGENES DE 2019

Para otros sectores, como el de la hostelería y el comercio, sin embargo, estos márgenes incluso superaron los niveles de 2019, mientras que las empresas en una posición patrimonial débil habrían trasladado el aumento de costes en mayor medida "para sobrevivir", según ha afirmado Gavilán.

Además, ha explicado que los márgenes sobre ventas tampoco se han podido trasladar todavía ante la velocidad de la subida que ha registrado la inflación en los últimos meses, por lo que ha descartado que por el momento se estén produciendo efectos de segunda ronda.

AUMENTO DE LOS BENEFICIOS, PERO PÉRDIDA DE DINAMISMO

El artículo analítico recoge datos tanto de la Central de Balances Integrada para 2021, con una muestra de entorno a un millón de empresas españolas no financieras, y de la Central de Balances Trimestral con datos hasta el pasado mes de septiembre, con una muestra significativamente inferior, de 1.000 empresas, y con un sesgo hacia grandes compañías, según ha explicado el supervisor durante la presentación.

Teniendo esto en cuenta, el supervisor señala que en 2021 y que en los tres primeros meses de 2022, la actividad empresarial se recuperó con cierto vigor, tras el retroceso significativo que sufrió en 2020, si bien en el tercer trimestre se ha reflejado una pérdida de dinamismo de los beneficios como reflejo de la desaceleración de la actividad económica, una situación que se observa en la mayoría de las ramas de actividad, pero que afectó especialmente a la industria y, en menor medida, al comercio, a la hostelería y al transporte.

En cifras, el Banco de España recoge un aumento del 94,7% de los resultados ordinarios netos, lo que supone que las empresas tendrían ya un nivel similar al registrado antes de la pandemia. Si se tienen en cuenta gastos e ingresos atípicos, los beneficios solo aumentarían un 68,2%, ya que en 2021 se registraron ingresos fundamentalmente por plusvalías obtenidas en operaciones de venta de activos que en el periodo analizado de 2022 han sido de menor importe.

Asimismo, a lo largo de los últimos trimestres, el mayor dinamismo de los beneficios empresariales brutos (que incluye los resultados ordinarios netos sin restar gastos financieros y amortizaciones) ha mostrado igualmente dinamismo, con un aumento del 38,5%, frente a los gastos de personal, que aumentaron un 6,9%.

El aumento de los beneficios ordinarios también se ha traducido en un incremento de las ratios medias de rentabilidad en los primeros meses de 2022. Concretamente, la rentabilidad ordinaria media del activo creció un punto y medio, y se situó en el 4,2%, y la rentabilidad ordinaria media de los recursos propios se elevó hasta el 6,3%, frente al 3,5% de un año antes. Esto implica que la rentabilidad media del activo se situaría ya muy cerca de los niveles previos a la pandemia.

Por otro lado, el aumento de los beneficios también implica que se haya incrementado el margen empresarial sobre el valor bruto añadido un 21%, retornado a niveles de 2019. Gavilán ha explicado que esto implica que el reparto de estos beneficios está "sesgado" hacia las empresas, si bien en 2020, el reparto fue contrario: se vieron más beneficiados los empleados que las propias empresas.

Gavilán también ha destacado que el incremento de los beneficios empresariales está siendo impactado por el episodio de elevada inflación y que realmente lo que estaría ocurriendo es que las empresas están retornando a niveles de 2019.

GASTOS DE PERSONAL

Por otro lado, sobre los gastos de personal, que aumentaron un 6,9% entre enero y septiembre en términos interanuales, el Banco de España explica que esta evolución se ha visto impulsada tanto por el incremento del 3,6% de las plantillas medias efectivas como por el ascenso de las remuneraciones, que crecieron un 3,2%.

El supervisor señala que el crecimiento del empleo se registró exclusivamente en el colectivo de trabajadores fijos, que aumentó un 6,4%, en tanto que el personal con contrato temporal descendió un 13,4%, lo que se explicaría tanto por algunos ajustes de plantilla como por el impacto asociado a la reforma laboral aprobada este año, que habría provocado un traspaso hacia el empleo fijo de trabajadores que tenían contratos temporales.

Por sectores, los aumentos de empleo se concentraron especialmente en los sectores de servicios. Así, en el de comercio y hostelería se produjo un incremento del 4,3%; en el de información y comunicaciones, del 2,9%, y en el denominado 'resto de actividades', del 4,6%; dentro de este último destaca el buen comportamiento experimentado por las empresas de transporte.

"La fuerte expansión del empleo en estas ramas refleja la notable recuperación de la actividad asociada en gran medida a la eliminación de las restricciones que se impusieron por la pandemia del Covid-19, en comparación con un año antes", señala el supervisor.

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