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Plataforma petrolífera de extracción de petroleoREPSOL - Archivo

El hundimiento del petróleo West Texas (WTI) referencia en Estados Unidos, merece un capítulo destacado dentro de los múltiples efectos negativos que está teniendo la pandemia del Covid-19 en los mercados financieros mundiales. La histórica caída del 305%, hasta -37,63 dólares, afectó al contrato de futuro de mayo, cuyo vencimiento se produce este martes, mientras el futuro de junio cotizaba en 21 dólares, cuando lo normal es que cotice entra 50 centavos y 1 dólar por encima.

Este habitual y reducido diferencial de precios es conocido entre los operadores como 'contango' y se refiere a la situación en la que el precio spot del activo (precio de mercado para la entrega inmediata) es inferior al precio a futuro del mismo. El lunes, la diferencia de precios fue tan abismal (58 dólares) que los inversores ya hablaron abiertamente de 'super contango'.

En cualquier caso, hay que recordar que la cotización del petróleo Brent, referencia en Europa, no se vio afectada de la misma manera, ya que los futuros sobre el Brent cayeron un 8%, hasta 25,70 dólares.

La semana pasada, los datos de inventarios de crudo en EEUU mostraron que el mercado estaba rozando su capacidad máxima de almacenamiento, ya que los productores de petróleo de esquisto (fracking) americanos no están llevando a cabo ningún recorte de la producción.

"Esto ha provocado una presión de venta masiva en el contrato del West Texas de mayo, el cual se comercia masivamente y que expira esta martes", explica Michel Salden, director de materias primas de Vontobel Asset Management. "Todos los inversores que no quieren entrega física están buscando compradores, ya que necesitan renovar su posición. Sin embargo, nadie quiere la entrega física del crudo simplemente porque no saben dónde colocarlo", añade este experto.

"Mientras el almacenamiento siga aumentando, persistirá la presión negativa en los contratos de petróleo", concluye Salden. La situación está afectando mucho más al West Texas que al Brent porque los productores de esquisto americanos sólo recortan su producción forzados por los bajos precios y las limitadas capacidades de almacenamiento. Los recortes de producción de la OPEP, cercanos a 10 millones de barriles diarios, aunque considerados insuficientes por muchos operadores, han creado un suelo de mercado para este tipo de crudo, algo que no ha ocurrido con el West Texas.

La situación actual, totalmente excepcional por el confinamiento masivo que todavía se está realizando en EEUU para luchar contra el virus y el cierre de fronteras, ha provocado que el contango se haya disparado hasta niveles nunca vistos.

No obstante, "a pesar de la caída de los precios al contado, el alza de contratos de petróleo con vencimientos más largos sigue vigente, ya que depende de factores de demanda y oferta a más largo plazo", explica Salden.

Los recortes de producción que tendrán que realizar los productores americanos harán que disminuya la oferta tras el verano. Por ello, el colapso actual del West Texas "acelerará la recuperación a largo plazo de los precios del petróleo", anticipa este experto.

David Madden, analista de CMC Markets, afirma que el contrato de junio del WTI sufrió una gran caída este lunes, (-12%, hasta 21 dólares), pero mucho menor en comparación con el contrato de mayo. "Es posible que veamos cierta normalidad en el mercado una vez que el contrato de mayo haya expirado", añade.

Edward Moya, experto de Oanda, afirma que la debacle del contrato de mayo refleja que los traders en futuros han 'rolado' su posición hasta el contrato de mayo. Es decir, han trasladado su posición (larga o corta) del vencimiento del futuro de mayo al de junio u otro más lejano.

"Nadie quiere recibir la entrega porque la capacidad de almacenamiento en EEUU está cerca de alcanzarse", señala Moya. El 'super contango' de 12 dólares entre los contratos de mayo y junio refleja todos los catalizadores bajistas sobre la oferta y la demanda que dirigen actualmente los mercados.

Y aunque los contratos de futuros más allá del verano anticipan precios en 30 dólares por barril, la presión bajista sobre el West Texas volverá a producirse en el contrato de junio si la actividad económica se mantiene paralizada y la capacidad de almacenamiento sigue al límite. Una situación que amenaza con quiebras masivas para los productores de esquisto americanos y con fuertes pérdidas crediticias para los bancos estadounidenses.

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