2022 bolsas parque
© Alberto Sánchez

Optimismo generalizado. Esto es lo que se desprende de las previsiones de los bancos y firmas de inversión para 2022 al hablar de las bolsas, sobre todo de las europeas. BBVA AM decía este jueves que espera alzas de entre el 10% y el 15% para las plazas del Viejo Continente el próximo año, mientras que Barclays también cree que 2022 será un buen año para la renta variable a este lado del Atlántico, al igual que Schroders, por poner solo algunos ejemplos.

Eso sí, ese optimismo va acompañado de cierta cautela en algunos casos. Por ejemplo, están los que advierten de que las subidas no serán tan pronunciadas como las de 2021 porque hay cansancio, o los que dividen el año en dos partes y anticipan más problemas en la segunda para los índices de Europa por los riesgos inflacionistas y las políticas de los bancos centrales.

Y en medio de todo este tono favorable, Bank of America (BofA) se ha desmarcado con una visión nada positiva de las bolsas europeas para este próximo año.

"Nuestras proyecciones macroeconómicas de ralentización del crecimiento -en respuesta a un desvanecimiento de los factores de apoyo cíclico- y de aumento de los rendimientos reales de los bonos -a causa de unos bancos centrales cada vez más agresivos- nos hacen ser negativos respecto a la renta variable europea", explican. Esta visión les lleva a 'infraponderar' los valores cíclicos frente a los defensivos, siendo los bienes de equipo y los automóviles sus sectores cíclicos 'infraponderados' favoritos.

Bank of America precisa que la incertidumbre añadida sobre el crecimiento debido a la propagación de la variante sudafricana del coronavirus, Ómicron, refuerza esta postura negativa.

CAÍDAS DE MÁS DEL 10%

La firma asevera rotunda que la renta variable Europea caerá "más de un 10% en 2022", recordando que, desde los mínimos de marzo de 2020, se ha recuperado un 75% impulsada por un entorno de crecimiento acelerado y un tipo de descuento a la baja, con los rendimientos reales de los bonos cayendo a mínimos históricos.

El telón de fondo que le lleva a estas previsiones incluye esa desaceleración del crecimiento económico y ese aumento de los rendimientos reales de los bonos referidos más arriba. "Esperamos que 2022 sea un año de ralentización del crecimiento y que la retirada de los estímulos monetarios provoque un aumento de los rendimientos reales de los bonos. Como resultado, vemos una caída del 12% para el Stoxx 600, hasta 430 puntos, a finales de 2022", anticipa.

Según BofA, el impulso del crecimiento de la zona euro se desacelerará debido a la desaparición de los vientos de cola de la reapertura, un impacto fiscal negativo y el lastre de los precios de la energía. Por otro lado, la debilidad de la demanda interna y la crisis de deuda no resuelta en el sector inmobiliaria mantendrán el crecimiento en China atenuado. "Nuestras proyecciones para los PMI de EEUU, la zona euro y China implican que el impulso de los PMI mundiales, un motor clave de la renta variable mundial, seguirá siendo negativo durante la mayor parte del próximo año", avisa.

A todo esto se suma su previsión de que el ciclo de mejora del BPA (beneficio por acción) de las empresas llegará a su fin, con un leve aumento del BPA en el primer trimestre del próximo año, seguido de un descenso del 5% a medida que el crecimiento mundial se ralentiza y crecen las presiones sobre los márgenes en respuesta al incremento de los precios de los insumos.

Finalmente, en cuanto a recomendaciones concretas, además de ese consejo de 'infraponderar' valores cíclicos, especialmente bienes de capital y automóviles, se mantienen 'sobreponderados' en el sector financiero -"dada nuestra expectativa de un mayor aumento de los rendimientos de los bonos"- y ligeramente 'sobreponderados' en activos defensivos, con una 'sobreponderación' clave en servicios públicos -"tienden a obtener mejores resultados cuando el crecimiento de la zona euro se ralentiza"-, concluyen.

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