tech-stocks-led-apple-are-surging-after-trumps-trade-war-ceasefire
Wikimedia Commons

A Capital Group, una de las firmas de inversión más importantes del mundo, le gustan las acciones europeas pese al actual panorama de incertidumbre que rodea al Viejo Continente. Para sus analistas, 2019 ha sido otro año decepcionante para la economía europea, pero esto no implica que no haya acciones interesantes.

Las incertidumbres son muchas: Brexit en el Reino Unido, Alemania cerca de la recesión técnica, protestas en las calles de París que amenazan al Gobierno francés. Y España sigue sin un Gobierno estable mientras lidia con la crisis de Cataluña. Además, las alteraciones globales causadas por las continuas tensiones comerciales entre EEUU y China han perjudicado notablemente a Europa, que depende de las exportaciones.

"No creo que muchos europeos se entristezcan al ver que 2019 pasa a la historia", afirma el economista de Capital Group Robert Lind. "Ha sido un año complicado en la política, en la economía y en el contexto social más amplio", añade. Sin embargo, considera que hay motivos para pensar que 2020 será mejor, aunque con muchos condicionales.

Hay varios factores en juego: si EEUU y China progresan en sus negociaciones comerciales, si las medidas del BCE tienen efecto, y si finalmente se alcanza una solución para el Brexit, entonces podría disiparse la gran nube de incertidumbre que ha obstaculizado el crecimiento económico europeo en los últimos años.

"En líneas generales, creo que la economía europea debería comenzar poco a poco a mostrar signos de mejora en 2020, conforme se vayan reduciendo algunos riesgos políticos, y se abra camino en el sistema una política monetaria y fiscal más flexible", dice Lind.

Las medidas anunciadas en septiembre por el Banco Central Europeo (BCE) deben ser reforzadas por estímulos fiscales por parte de los países con margen para ello, en especial Alemania. El presidente saliente del BCE, Mario Draghi, lo ha pedido en reiteradas ocasiones, pero hasta el momento la respuesta de los gobiernos ha sido muy taimada. Se espera que Christine Lagarde, su sucesora al frente del BCE, impulse la aplicación de los estímulos fiscales en la zona euro.

Mientras tanto, la recesión sobrevuela Alemania, dado que la disputa comercial entre EEUU y China afecta al sector manufacturero alemán, particularmente a la industria automovilística. La economía alemana cayó un 0,1 % en el segundo trimestre, y se espera que caiga aún más cuando se publiquen los datos del tercer trimestre. Y el temor es que el frenazo alemán provoque una recesión en el conjunto de la eurozona.

LA INCERTIDUMBRE GENERA OPORTUNIDADES

A pesar de los vientos en contra en la economía, o quizás debido a ellos, Europa es un mercado clásico de selección de acciones, según el gestor Carl Kawaja. Los inversores no pueden confiar en un crecimiento económico sólido para elevar los precios de las acciones, lo que concede más importancia a los fundamentales de la compañía.

"La incertidumbre genera oportunidades", señala Kawaja. "Nos gusta cuando las cosas son un poco turbias y difíciles de entender. En este tipo de entorno, no escasean las oportunidades atractivas en Europa, tanto desde una perspectiva de crecimiento como desde el punto de vista de la valoración", añade este experto.

En cuanto al crecimiento, Kawaja busca compañías de rápido crecimiento y que estén provocando cambios en sus respectivas industrias. En lo relativo a la valoración, ve oportunidades interesantes en algunas compañías automovilísticas europeas profundamente afectadas.

Aunque el crecimiento económico europeo está siendo decepcionante este 2019, la rentabilidad de inversión ha trazado un curso claramente diferente, lo que nos recuerda de manera oportuna que la economía y el mercado de valores no siempre están en sintonía, concluye Kawaja.

¿QUÉ RUMBO SEGUIRÁ EL EURO?

El dólar está claramente sobrevalorado frente al euro, dice Jens Sondergaard, analista de divisas de Capital Group. Una vez que esa tendencia cambie de rumbo, señala, podría favorecer los activos denominados en euros.

Sondergaard prevé que el dólar se debilitará en 2020–2021, conforme el crecimiento económico de EEUU vaya atenuándose, pero admite que es muy difícil predecir los movimientos de divisas. A corto plazo, el euro podría caer aún más a medida que las economías de EEUU y Europa vayan divergiendo.

"La relación entre los tipos de interés y la divisa básicamente se ha disuelto en un mundo de tipos negativos", afirma Sondergaard. "No debemos esperar que esa correlación regrese en un futuro próximo. Hoy, los principales factores impulsores de los movimientos de divisas son los flujos de bonos relativos y las expectativas de crecimiento relativo", añade. En su opinión, la gran pregunta es si podrá recuperarse el euro cuando la economía americana comience a debilitarse. "Eso aún está por verse", concluye este experto.

Noticias relacionadas

contador