Tras el acto se vertieron expresiones como "rojos al paredón", "muerte al coletas" o "hay que llevar bates y abrirles la cabeza"

SANTANDER, 14 (EUROPA PRESS)

El Juzgado de Instrucción nº 5 de Santander ha inadmitido la querella presentada por un periodista que se vio inmerso en los altercados registrados tras el mitin de Pablo Iglesias en Santander el pasado 27 de octubre, en relación a los delitos de odio por motivos ideológicos, de reunión o manifestación ilícita y de coacciones, y la ha admitido respecto a las lesiones y amenazas denunciadas, que tipifica como delito leve.

Así consta en un auto dictado este lunes, 12 de febrero, consultado por Europa Press, en el que la magistrada Mercedes Composito comparte los argumentos recogidos por la Fiscalía en su informe del 16 de enero. El periodista denunciante ha anunciado que recurrirá el auto.

Al igual que el Ministerio Público, la jueza instructora considera que la convocatoria de una concentración a través de un grupo de whatsapp para "dar la bienvenida a Pablo Iglesias con banderas de España y gritos de viva España", "no puede calificarse de incitadora al odio o dirigida a instar la comisión de delitos".

Al respecto, señala que "son reiterados los mensajes en los que se insta a guardar respeto, llegando incluso a expulsar a varios integrantes del grupo por desatender tales indicaciones, de forma que en modo alguno pueda deducirse que nos encontremos ante la organización de una concentración de carácter violenta o delictiva".

En la querella, dirigida contra dos personas, se adjunta como prueba las conversaciones del grupo de whatsapp en el que se convocó la concentración, en el que se vertieron expresiones como "rojos al paredón", "muerte al coletas" o "hay que llevar bates y abrirles la cabeza", entre otras.

Otro juzgado de instrucción de Santander ha acordado recientemente el archivo de la denuncia presentada por una operadora de cámara de televisión tras estos mismos altercados, por falta de autor conocido.

El mitin de Pablo Iglesias se celebró en el Palacio de Festivales de Santander apenas unas horas después de que el Parlamento catalán aprobara la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).

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