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El viceprimer ministro italiano, ministro de Interior y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, ha alargado la agonía de los migrantes que se encuentran a bordo del Open Arms, al impedir su desembarco en un puerto italiano pese a la oferta de España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumanía de darles asilo. El Gobierno solo ha permitido la evacuación a Lampedusa de trece personas "por causas psicológicas".

Las más de 100 personas rescatadas en aguas del Mediterráneo por el buque humanitario de la ONG Proactiva Open Arms siguen sin poder abandonar el barco. Y eso que ya suman dos semanas varados (los puertos europeos más cercanos a su posición, Italia y Malta, le han negado hasta el momento el permiso para desembarcar) y que hay varios países dispuestos a acogerlos. Italia sigue sin permitir atracar al barco con bandera española en uno de sus puertos, aunque no ha tenido más remedio que permitirle la entrada a sus aguas después de que así lo dictaminase la justicia.

La negativa constante del ministro del Interior italiano está fracturando, aún más si cabe, el actual Gobierno de Giuseppe Conte, que ya considera que su vicepresidente está siendo "desleal" en lo que respecta a la cuestión migratoria. El pulso no extraña a nadie, sobre todo después de que Salvini y los suyos hayan presentado una moción de censura contra el primer ministro para romper la coalición que la Liga Norte mantiene con el Movimiento 5 Estrellas y forzar el adelanto electoral, aprovechando la popularidad de Matteo Salvini en las encuestas.

Como explican algunos expertos, el fin del caso Open Arms dependerá de en qué momento el buque necesitará desobedecer la ley antimigratoria de Salvini para entrar igualmente en Lampedusa por razones médicas. Algo que ya hizo a finales de junio el barco Sea Watch con la capitana Carola Rackete como protagonista. El ministro de Interior considera, por su parte, que lo que está ocurriendo es una "provocación".

TRECE EVACUADOS

De momento, Italia solo ha permitido la "evacuación urgente a Lampedusa de nueve personas por causas psicológicas". Junto a ellos han desembarcado cuatro acompañantes, por lo que en total han sido trece los migrantes que han abandonado el barco. Open Arms ha explicado que había pedido la evacuación de todos los náufragos por causas psicológicas, pero con carácter urgente para cinco de ellos -tres adultos y dos niños- junto a sus acompañantes.

Según el fundador de la organización, Óscar Camps, las dos semanas a la deriva han hecho mella en los náufragos, muchos de los cuales están sometidos a mucho estrés y "problemas muy serios", mientras la tripulación trata de evitar "intentos de suicidio" y episodios de "violencia".

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