El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, de 63 años, y el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, han fallecido en un accidente de helicóptero que tuvo lugar este domingo en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, según han informado medios estatales. "No hay supervivientes" en el lugar del siniestro, han comunicado desde la televisión estatal iraní.
Raisi y Amirabdollahian no viajaban solos en el aparato, iban con más personas, y todo apunta a que no hay supervivientes. En total, en el aparato había nueve personas, entre ellas Mohammad Ali Alehashem, imán de oración del viernes de Tabriz, y Malek Rahmati, gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, además del piloto, el copiloto, el jefe de seguridad, el jefe de equipo y un guardaespaldas.
"Todos los pasajeros del helicóptero que transportaba al presidente y al ministro de Asuntos Exteriores iraníes fueron martirizados", ha informado la agencia de noticias semioficial Mehr News. El aparato transportaba a los viajeros desde la provincia de Azerbaiyán Oriental a la ciudad de Tabriz.
Por su parte, la agencia de noticias estatal FARS ha dado a conocer unas imágenes de drones que muestran los restos del helicóptero siniestrado en una ladera empinada y boscosa, una zona de difícil acceso por lo escarpado de la misma, y que además está cubierta de una densa niebla, lo que dificultó en un inicio las labores de búsqueda y posteriormente lo hizo con los intentos de rescate de los restos, que ya se están trasladando a Tabriz.
Además, algunos expertos apuntan que lo más probable es que el aparato fuese un viejo helicóptero Bell 212 que comenzó a operar a fines de la década de 1960, por lo que la dificultad para obtener repuestos podría haber influido en el accidente, según recoge 'CNN'.
Diversas naciones, como Turquía o Rusia, no tardaron en anunciar que mandarían equipos especiales de rescate para ayudar a Irán. Desde el Ministerio de Exteriores iraní publicaron un comunicado de agradecimiento: "La República Islámica de Irán agradece sinceramente a los numerosos gobiernos, naciones y organizaciones internacionales por sus expresiones de emoción humana y solidaridad con el gobierno y el pueblo de Irán, así como sus ofrecimientos de ayuda y asistencia para la operación de búsqueda y rescate".
Cabe recordar que el conservador de línea dura Raisi, exjefe del poder judicial de línea dura, ha sido el octavo presidente de Irán. El exfiscal y juez fue elegido en 2021, y era visto como el candidato ideal para suceder el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei. El siguiente en la línea de sucesión era el primer vicepresidente Mohammad Mokhber, si así lo aprobaba el líder supremo, que es quien actúa como árbitro final de los asuntos internos y externos. Jamenei no ha tardado en confirmar la mayor.
Tras anunciar cinco días de luto público en un mensaje difundido por las agencias de noticias estatales de Irán, Jamenei ha expresado sus condolencias por las muertes y ha confirmado que el primer vicepresidente de Irán dirige ahora el poder ejecutivo. "Está obligado a concertar con los jefes de los poderes legislativo y judicial la elección de un nuevo presidente en un plazo máximo de cincuenta días", ha recordado
Y es que la Constitución iraní exige que los tres jefes de los poderes del gobierno (el vicepresidente, el presidente del parlamento y el jefe del poder judicial) organicen unas elecciones para elegir un nuevo líder dentro de los 50 días posteriores a que el vicepresidente asuma el papel de presidente en funciones.
De hecho, el gobierno de Irán ha convocado una "reunión urgente" este lunes tras el anuncio del fallecimiento, según la agencia de noticias estatal iraní IRNA. En un comunicado, el ejecutivo ha expresado sus condolencias por la muerte del presidente, el ministro de Relaciones Exteriores y otras siete personas en el accidente, elogiando a Raisi como un presidente "trabajador e incansable" que sirvió al pueblo de Irán para ayudar a avanzar y hacer progresar al país.
"Cumplió su promesa y sacrificó su vida por la nación", señala el comunicado, en el que el gobierno reafirma que "no habrá la más mínima perturbación" en la administración de Irán tras lo ocurrido.
