• Los expertos aseguran que existe discriminación fiscal a favor de los fondos y en contra del inversor particular
  • Un total de 29 fondos superan la rentabilidad del índice español, mientras que 28 proporcionan una retribución negativa
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Las inversiones no son lo que eran y prueba de ello es la rentabilidad media de los fondos de inversión en los últimos años. Esta retribución se ha situado muy por debajo de la inversión en bonos del Estado española a 15 años y de la inversión en el Ibex 35, según se desprende del estudio 'Rentabilidad de los Fondos de Inversión en España. 2001-2016' elaborado por Pablo Fernández, profesor de finanzas del IESE, Vitaly Pershin, research assistant del IESE, Pablo Fernández Acín, investigador independiente, e Isabel Fernández Acín, profesora de la Universidad de Navarra.

En el periodo 'diciembre 2001-diciembre 2016', la rentabilidad media de los fondos de inversión se ha situado en el 2,32% (rentabilidad total 41%), mientras que la rentabilidad anual media del Ibex 35 ha sido del 5,24% y la de los bonos del Estado a 15 años del 5,27%.

En este sentido, sólo 29 fondos de los 632 con 15 años han superado ambas rentabilidades y 28 han tenido una rentabilidad negativa. Así, el más rentable ha proporcionado un 491% (promedio 12,58%) de retribución, mientras que el menos rentable se ha situado en el -61% (promedio -6,12%).

RECUPERACIÓN TRAS LA CRISIS

El estudio muestra que el número de inversores en este tipo de producto ha descendido con los años, aunque a partir de 2012 se aprecia una recuperación. A cierre de 2012, 4,48 millones de partícipes tenían un patrimonio de 122.328 millones de euros en 2.398 fondos de inversión existentes. Pero, tras unos años de gran crecimiento, entre 2007 y 2012 el número de ambas cifras se vio reducido de forma considerable.

En esos cuatro años de mayor virulencia de la crisis, el número de partícipes se desplomó un 45%, desde los 8,26 millones de 2007 hasta los 4,48 millones de 2012, mientras que el patrimonio descendió en 131.994 millones de euros, de 238.717 millones en 2007 a 122.328 millones cinco años después, lo que supone una caída del 49% .

No obstante, el estudio muestra que desde 2012 la tendencia se ha vuelto. Así, el número de partícipes se ha incrementado un 65% en los últimos cuatro años, hasta los 7,39 millones, y el patrimonio casi se ha duplicado, hasta alcanzar los 211.421 millones de euros.

LA FISCALIDAD, EN CONTRA DEL INVERSOR

El estudio subraya la discriminación fiscal a favor de los fondos y en contra del inversor particular. Los expertos consideran que si un inversor realiza de forma directa con su dinero las mismas operaciones que lleva a cabo el gestor de su fondo de inversión, la rentabilidad que obtendría sería diferente. El inversor particular se ahorraría las comisiones explícitas (y casi todas las ocultas), tendría costes adicionales por custodia y transacción de valores, y tendría que pagar más impuestos.

Los expertos del estudio, insisten en que cuando un inversor confía su dinero a una gestora de fondos para que se lo gestione, "espera obtener una rentabilidad superior a la que puede obtener él sin conocimientos especiales". Además, consideran que el resultado global de los fondos "no justifica en absoluto la discriminación fiscal a su favor", por lo que creen importante que el Estado "anime" a invertir en algunos productos de este tipo.

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