• Permitirá la inversión en fondos indexados y ETF con carteras perfiladas en función de la aversión al riesgo
  • La firma ve la luz antes de la normativa (MiFID II) que Huete considera que revolucionará la industria de la gestión de activos
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Martin Huete, co-fundador de FinizensArchivo

La industria de fondos de inversión y planes de pensiones se prepara para acoger una normativa que amenaza con transformarla de arriba a abajo, a la vez que hay un elevado potencial de crecimiento de la gestión pasiva. Estas son las expectativas de proyectos como el de Finizens, que busca permitir la inversión en fondos indexados y ETF con un coste mucho más reducido que el promedio del sector.

“Nuestro objetivo es hacer fácil lo que la industria trata de aparentar que es difícil. Invertir, tomar exposición al mercado global, comprar el mundo. Es un producto nacido exclusivamente en Internet que está disponible para todo el que quiera invertir, sepa o no de finanzas”, explica Martín Huete, analista de servicios de inversión y cofundador de Finizens.

Huete es un clásico de la industria, en la que fue director general de la gestora de Caja España, y antes ocupó cargos de responsabilidad en Inverseguros Gestión, Skandia Investment Group, Safei, AB Asesores Gestión o Allianz. “En 2013, cuando estábamos en medio de un proceso de fusión en Caja España Fondos, inicié un blog con el que me dispuse a analizar la industria. Ahí me di cuenta, al repasar los resultados logrados por el sector, del poco valor que se genera”, recuerda.

Desde ese momento, Huete se ha posicionado en favor de la gestión pasiva. “En Estados Unidos equivale a más de un tercio del mercado. En Europa, contando Reino Unido, más del 20%. En España es menos del 1%. Hay mucho potencial de crecimiento”, señala el experto. “No soy un crítico radical de la gestión activa. Es una gozada ver cómo lo ha hecho Francisco García Paramés y durante los últimos años azValor, Magallanes o Metagestión. En España hay mucho talento, y tener un 15% o 20% de la cartera posicionado en fondos de este tipo para tratar de agregar valor para el mercado puede ser una buena idea”, matiza.

Nuestro objetivo es hacer fácil lo que la industria trata de aparentar que es difícil. Invertir, tomar exposición al mercado global, comprar el mundo

Pero su recomendación es que la cartera esté formada principalmente por vehículos de gestión pasiva. Es decir, fondos indexados o ETF de bajo coste. “Los fondos de estas gestoras independientes que tan bien lo están haciendo se basan en dos principios. La independencia, que es fundamental para la toma de decisiones, y en seleccionar empresas infravaloradas y tener paciencia. En nuestro caso, también defendemos sentarse a esperar para disfrutar de los beneficios de comprar el mundo”, arguye el cofundador de Finizens.

Su crítica se centra en el conjunto de los fondos de la banca tradicional que domina la distribución en España. De hecho, el tercer estudio del Observatorio Inverco, que la patronal publicó en septiembre, muestra que el 71% de los partícipes contrata sus fondos a través de una sucursal. Es decir, productos de alto coste que, habitualmente, tienen un comportamiento inferior a la oferta de las gestoras independientes, cuyas comisiones son en general más reducidas.

No obstante, Martín Huete augura un nuevo escenario para la industria que, en poco tiempo, evolucionará hasta dejar la actual como una desconocida. “Ya sucedió con la música o con los medios. Son cambios que llegan de forma radical y que suponen una revolución en poco tiempo”, prevé. Para justificar esta proyección, se basa en tres pilares. El primero es “el cambio generacional de los inversores”, ya que consideran que los más jóvenes están más dispuestos a romper el vínculo con su banco y abrazar el mundo digital para soportar menos costes.

El segundo, prosigue, es el surgimiento de nuevas plataformas para incrementar y diversificar la oferta. Además del propio Finizens, cita el supermercado de fondos que tiene previsto lanzar Bolsas y Mercados Españoles (BME). Por último, considera que la normativa MiFID II, que regulará el mercado desde 2018, hará tambalear los cimientos de la industria. “Las redes comerciales tendrán que tener más transparencia con las comisiones y para hacer asesoramiento independiente se tendrá que demostrar que lo es”, señala como dos puntos clave. “MiFID II va a desnudar a la banca y mostrará las altas comisiones que se lleva la red por distribuir los fondos”, asegura.

MiFID II va a desnudar a la banca y mostrará las altas comisiones que se lleva la red por distribuir los fondos

Por otro lado, el hecho de que los grandes grupos bancarios hayan ampliado su liderazgo en la venta de fondos a través de los productos más conservadores, mientras sufren salidas en renta variable que se traducen en entradas para las firmas independientes, cree que es un síntoma de cambio: “El cliente bancario aún sufre el síndrome de Estocolmo. Pero el inversor más sofisticado empieza a mirar más opciones. Y si ya es difícil para la gestión activa crear valor, ya que a largo plazo sólo el 5% o el 10% de los fondos supera a los índices, más complejo es hacerlo sin independencia”.

UN PRODUCTO DE CONSUMO

Finizens nace como una aplicación online, con un capital social de 500.000 euros, y con el fondo de capital riesgo Axon Partners como uno de sus inversores. El director general es Giorgio Semenzato, que proviene de Axon. También figuran en el equipo directivo, junto a Huete, Alfonso de León y Francisco Velázquez. “Queremos convertirnos en un producto de consumo masivo. Disponible para todos, con una inversión mínima de 100 euros y aportaciones a partir de 50 euros”, explica Martín Huete, que destaca la automatización, aunque admite que el término 'robo advisor' no le gusta. “Se puede realizar el alta online, sin papeles. Se determina el perfil de riesgo y se puede comenzar a invertir”, añade.

El objetivo de Finizens es ambicioso: alcanzar los 120.000 clientes en 2020 con más de 3.000 millones de activos bajo gestión

Durante el proceso de apertura de la cuenta, se realizan 10 preguntas sobre la aversión al riesgo con las que se determinan cinco posibles perfiles de riesgo, para los que hay sendas carteras perfiladas predefinidas. En ellas, la exposición es global, tanto en renta variable como en renta fija, a través de fondos indexados de Vanguard, State Street y Amundi, y también ETF. Todo es automático, tanto las inversiones como los rebalanceos, que se realizan trimestralmente según las variaciones de los pesos asignados por geografía y de los tipos de activo. El coste soportado por el cliente es del 0,87% como máximo, en el que se incluyen las comisiones de los fondos que componen la cartera y también las que ingresan Finizens y Caser, con quien tiene un acuerdo para que el vehículo de inversión de los clientes esté bajo su paraguas.

Finizens nace como agencia de valores, con lo que está supervisada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El producto con el que trabajan es un 'unit linked' de Caser, así que se añade la supervisión de la Dirección General de Seguros. Un producto similar a un seguro de ahorro, con la ventaja de que permite el alta, las operaciones y la venta online, mientras que la fiscalidad vigente permite el traspaso entre los fondos que se recogen dentro del mismo 'united link' sin romper el contrato. En este caso, sería un cambio en el perfil de riesgo.

En su primer mes de vida, Finizens acumula 4.000 registros. “La mayoría prueba nuestra beta y ven lo sencillo que es invertir, con lo que continúan”, asegura Huete. El objetivo de Finizens es ambicioso: alcanzar los 120.000 clientes en 2020 con más de 3.000 millones de activos bajo gestión.

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