2018 fue un año para olvidar en los fondos de inversión. Su desempeño cayó a niveles de 2008 y, visto en retrospectiva, fue un ejercicio que solo habría premiado a aquellos que invirtieron en los de bonos en dólares, los inversos del EuroStoxx, los de acciones de salud, los globales flexibles y algunos garantizados.
Con todo, parece que el 2018 no ha sido un año tan terrible para todos. Así lo demuestra Ken Griffin, un multimillonario gestor de fondos que acaba de gastarse 122 millones de dólares en una mansión cercana a Buckingham Palace.
Noticia relacionada
¿En qué fondos habría que haber invertido en 2018 para ganar dinero?Concretamente, la vivienda de este acaudalado gestor es una mansión con 200 años de antigüedad y vistas al St. James’ Park. La casa fue construida en la época georgiana, en la década de 1820. Por su parte, Griffin fundó Citadel en 1990 y actualmente gestiona unos 30.000 millones de dólares en inversiones.
Esta adquisición demuestra que todavía existe el interés por parte de los multimillonarios en hacerse con un pedazo del pastel inmobiliario británico, pese a las incertidumbres que debería representar el Brexit.
En el caso de Griffin, este multimillonario cuenta con una fortuna de unos 8.800 millones de dólares, lo que le permite desmarcarse como la persona más rica del estado de Illinois además de ‘colarse’ en el ránking de las 500 personas más ricas del mundo elaborado por ‘Bloomberg’.
No es la primera vez que Griffin invierte parte de su patrimonio en bienes raíces. Según el New York Times, este gestor se ha gastado unos 300 millones de dólares entre 2013 y 2015 en Chicago, Miami y Nueva York. En esta ocasión, Griffin ha desembolsado una suma multimillonaria para hacerse con una mansión que llegó a ser la oficina privada de Charles de Gaulle durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Precisamente, una estatua del otrora líder de la Resistencia francesa se erige cerca de la vivienda.
Charles McDowel, presidente de la inmobiliaria Charles McDowel Properties, ha reconocido que se trata de “una propiedad icónica con una larga tradición que ha logrado comprar con un descuento” y es que, para la gente adinerada, “existen grandes oportunidades de compra en Londres”.
Se trata de la casa más cara vendida en Londres desde 2011, según ‘The Guardian’, después de que los precios se tambalearan ante los citados temores vertidos por la inminente salida de Reino Unido de la Unión Europea.
