• La rentabilidad en los 11 primeros meses del año supera el 13%
  • La cartera tiene un fuerte sesgo hacia el sector tecnológico
celso otero renta4

O mucho cambian las tornas en diciembre, o 2016 habrá vuelto a ser un año más positivo en bolsa para Wall Street que para las plazas europeas. Pese a las advertencias de los expertos que se repiten periódicamente desde hace varios ejercicios. En este escenario, el fondo más destacado en la industria española es el Renta 4 USA, que supera holgadamente a sus competidores y a los índices norteamericanos con una rentabilidad hasta diciembre del 13%.

En concreto, el S&P 500, que cotiza en máximos históricos, sube un 8,5% en el año. Un rendimiento que bate el fondo de bolsa estadounidense de Renta 4, que gana además en tres puntos porcentuales al promedio de su categoría, según datos de Morningstar. “La clave es tener un proceso de inversión centrado en empresas estables, pensando en el largo plazo. Una política que ha funcionado bien hasta noviembre, aunque se ha visto perjudicada con la victoria de Donald Trump”, reconoce su gestor, Celso Otero, en una entrevista con Bolsamanía.

Aunque los principales índices han saldado lo que parecía un cisne negro con subidas acumuladas en las últimas cuatro semanas hasta nuevos máximos históricos, la respuesta ha sido muy dispar entre sectores y empresas. “Ha habido una rotación elevada en el mercado, que nos está perjudicando por la huida de dinero hacia empresas con niveles de endeudamiento altos, que los inversores consideran que se van a beneficiar por los estímulos fiscales que ha anunciado”, resume Otero, que también gestiona el Renta 4 Global.

Ha habido una rotación elevada en el mercado, que nos está perjudicando por la huida de dinero hacia empresas con niveles de endeudamiento altos

El responsable del fondo de bolsa americana de Renta 4, con un volumen de activos bajo gestión de 15 millones de euros tras captar casi cuatro millones en términos netos en 2016, se muestra escéptico con las grandes políticas anunciadas por Trump. Más allá de las continuas contradicciones y de las polémicas, el mensaje económico del magnate que caló en la campaña fue el de menos impuestos y más gasto en infraestructuras: “El mercado está muy centrado en la inversión prometida en infraestructuras, que tiene un multiplicador sobre el PIB. Pero hay que ver si se financiará con más deuda, porque también ha dicho que reducirá los impuestos. No hay que creerse todo”. Visión que extiende para el mayor proteccionismo que ha defendido el presidente electo.

BENEFICIOS Y LARGO PLAZO

El gestor del Renta 4 USA explica que con la victoria de Trump no ha modificado la cartera, que en general tiene una rotación “reducida”. No obstante, se muestra cauto y explica que ha reducido el riesgo de sus inversiones con la compra de 'put' -opciones de venta- sobre índices. Además, recuerda que la cartera tiene una beta “baja”, variable que se utiliza para medir la variabilidad de un activo o cesta de inversiones frente a la del mercado.

No obstante, Otero incide en el largo plazo: “Hacemos hincapié en los beneficios potenciales de las empresas, cuya tendencia no cambiará a corto plazo. Aunque no es buen catalizador para el mercado que haya cierta complacencia y se hayan registrado subidas con la materialización de los riesgos que había en el calendario, desde el Brexit a Trump. Sí que vemos que hay mucho apetito por la renta variable, probablemente por la alta liquidez que tenían los gestores y el nerviosismo de no seguir al mercado cuando sube”, argumenta el experto.

Tras las elecciones, la otra gran cita para Wall Street es la reunión de esta semana de la Reserva Federal (Fed), ante la que anticipa Otero: “Lo lógico, por las expectativas y la evolución de la economía, es que suba los tipos. Esto encarecerá las valoraciones, al aumentar la tasa de descuento, ya que se suele utilizar el bono a 10 años. Pero yo uso la media histórica, en torno al 3%, con lo que no nos afectará. Sí a los gestores que hayan sido menos exigentes con las valoraciones”.

VALUE, GROWTH...

Lo óptimo es buscar crecimiento de empresas que tienen grandes fundamentales, y que se verán aprovechados de las megatendencias del mercado

En el debate eterno, y que se ha puesto el foco mediático, entre los estilos 'value' o valor y 'growth' o crecimiento, Otero asegura sentirse identificado con ambos: “Lo óptimo es buscar crecimiento de empresas que tienen grandes fundamentales, y que se verán aprovechados de las megatendencias del mercado”.

La aproximación hacia las acciones, además de vigilar el comportamiento de los sectores y de la economía, se realiza a través de un filtro cuantitativo, indica el gestor del Renta 4 USA: “Buscamos títulos con márgenes netos elevados, de más del 10% durante los últimos 10 años; una ratio de deuda sobre Ebitda inferior al 1% o al 1,5%, ya que una empresa de calidad no debería necesitar endeudarse; un retorno sobre el capital invertido superior al coste del capital; generación de caja; y ratios de solvencia altos, por encima del 3% en la zeta de Altman -ratio que estima el riesgo de quiebra de una empresa, con menor probabilidad cuanto más alto sea el resultado-”.

Posteriormente, “tenemos en cuenta criterios cualitativos”, desde los análisis realizados por expertos, la información que da la compañía, el estudio de las áreas de la empresa o la comparación con los competidores. “Es un proceso amplio, por lo que no rotamos mucho la cartera”, explica. La venta de una acción en cartera se produce por “la desaceleración de la demanda, o por el agotamiento del potencial de subidas según valoraciones”, añade. Un ejemplo ha sido la desinversión en proveedores de tarjetas como VISA, MasterCard o American Express: “Hemos cambiado la visión de largo plazo ante las nuevas tecnologías de servicios de pago”.

Con estas premisas, las principales posiciones en cartera son las tecnológicas IBM, Cognizant, Intel, Cisco Systems, Qualcomm, el grupo de ingeniería Illinois Tool Works, el holding de Warren Buffett Berkshire Hathaway, la gasista Praxair y la farmacéutica Pfizer. Un sesgo hacia la tecnología no buscado, asegura Otero: “Simplemente, cuando establecemos los criterios para elegir una empresa, la mayoría son tecnológicas: tienen un alto flujo de caja, baja deuda y potencial de crecimiento”.

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