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Cuando en 2007 se lanzó al mercado, la hipoteca inversa se perfiló como una solución para aquellas personas que tuvieran una vivienda en propiedad y quisieran complementar su pensión a partir de los 65 años. Sin embargo, tras algunos años en el mercado, este producto desapareció del mapa bancario. La influencia de la crisis inmobiliaria, el desconocimiento y los costes de la operación son algunas causas que explican su escaso desarrollo en España.

La hipoteca inversa es un tipo de préstamo pensado para mayores de 65 años que permite al propietario de la vivienda obtener una renta a cambio de dejar un inmueble como garantía. El importe de estas rentas va en función del valor de la vivienda, del tipo de interés, del plazo durante el cual se harán efectivas y de la edad y sexo del beneficiario. Cuando éste fallece, sus herederos tendrán que liquidar su deuda con el banco. En caso de que no puedan o no quieran hacerlo, la entidad que se la concedió podrá ejecutar la hipoteca y quedarse con la casa.

Un 83% de las personas mayores desconocen o conocen incorrectamente este producto

Un producto financiero poco conocido, pese a la tradición española de preferir tener una vivienda en propiedad. Según la Fundación de Estudios Financieros (FEF), el 77% de las personas mayores no ha oído hablar nunca sobre las hipotecas inversas, y de aquellos que han oído hablar sobre ellas, una cuarta parte tiene una idea incorrecta de las mismas. Es decir, un 83% de las personas mayores desconocen o conocen incorrectamente esta opción.

"Aunque no existen estadísticas sobre hipotecas inversas, se considera que el desarrollo de este producto en España ha sido muy marginal", explican. Y entre los motivos señalan la existencia de un mercado poco maduro, que sea producto complejo, la influencia de la crisis inmobiliaria y evolución del mercado de la vivienda, la negativa a que los herederos asuman las consecuencias de una hipoteca, los gastos iniciales y seguros adicionales que incrementan el coste de la operación y las posibles reclamaciones y riesgos que dañan la imagen y la reputación de las entidades.

La FEF destaca, además, que la Ley reguladora de la hipoteca inversa "desgraciadamente" limita su ámbito de aplicación a la vivienda habitual, dejando fuera las otras propiedades inmobiliarias, que "quizás originarían menor resistencia en los titulares deseosos de dejar una herencia".

Hace unos años que optar por una hipoteca inversa dejó de tener sentido. Sin embargo, con la reciente recuperación de la compraventa de casas, la idea de este producto vuelve a resurgir como alternativa para quienes buscan una opción con la que completar su pensión de jubilación. Pero, ¿realmente merece la pena?

Las rentas recibidas no tributan por el IRPF al considerarse disposiciones de un préstamo

Una de sus principales ventajas, además del complemento a la pensión, es que estas rentas no tributan por el IRPF al considerarse disposiciones de un préstamo. Por el contrario, cuenta con una desventaja: se deja una deuda a los herederos que deberá ser cubierta por ellos si desean mantener la vivienda.

El poco impacto entre los posibles solicitantes en España es tal que, de hecho, a día de hoy ninguno de los grandes bancos españoles ofrece explícitamente hipotecas inversas, "aunque eso no significa que no estén dispuestos a concederlas", puntualizan desde el comparador Kelisto.es. También hay que tener en cuenta que no todos los propietarios de vivienda que cumplan las características pueden acceder a este producto, puesto que, en general, las entidades financieras restringen su concesión a viviendas con una valoración bastante elevada, añaden desde Self Bank.

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