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Huspy

El euríbor prosigue con su escalada y finaliza febrero en el 3,534%, lo que supone el dato más alto desde noviembre de 2008. Cabe destacar que su cotización se situaba por debajo del 0% hace apenas un año. De hecho, en febrero de 2022 este índice cotizó en el -0,335%. La subida del índice no solo afectará a quienes ya tienen una deuda pendiente con su banco. También tendrá efectos sobre quienes ahora busquen contratar una hipoteca para comprar vivienda.

Para aquellos que ya tienen contratada una hipoteca, la principal consecuencia de este avance es que quienes revisen su préstamo en marzo pagarán entre 187,54 y 562,64 euros más al mes (entre 2.250,48 y 6.751,68 euros más al año), lo que supone una subida en su cuota del 50,8%, según cálculos de Kelisto.

Unas cifras que se corresponden con el impacto de la subida del euríbor para una hipoteca pedida en 2022 y firmada a 25 años por un importe de 100.000, 200.000 o 300.000 euros. Estos datos cambiarían notablemente en función del año de firma de la hipoteca, de la cantidad y del plazo de amortización acordado entre cliente y banco, matizan.

SI YA TENGO UNA HIPOTECA, ¿QUÉ PUEDO ANTE LA SUBIDA DEL EURÍBOR?

Desde el comparador ofrecen tres posibilidades con las que el hipotecado cuenta para hacer frente a la subida del euríbor y, por ende, al encarecimiento de las cuotas. La primera opción es pasarse a una hipoteca fija. Aunque se han encarecido entre un 111% y un 127% en el último año, según datos de Kelisto, todavía se pueden encontrar ofertas al 2,7% a un plazo de 25 años, que es el que se adapta al período medio al que se piden los préstamos hipotecarios en España.

Además, el coste de cambiar el tipo de una hipoteca de variable a fijo -mediante subrogación o novación- se ha reducido notablemente en aquellos bancos que han decidido acogerse al plan de ayudas a los hipotecados aprobados por el Gobierno en noviembre de 2022. En esos casos, durante 2023 las entidades no podrán cobrar comisión por subrogación/novación y, a partir de 2024, este cargo quedará limitado al 0,05%.

La segunda opción es cambiarse a una hipoteca mixta, si se cree que se tendrá opciones de amortizar deuda anticipadamente. Las hipotecas mixtas permiten acceder a un interés fijo más ventajoso que el de las ofertas 100% fijas (hay mixtas desde el 1,9%), aunque este solo se aplicaría durante algunos años: cuantos más sean, más alto será el tipo fijo que aplique el banco.

Transcurrida esta primera etapa, de nuevo, la hipoteca volvería a ser variable y, por tanto, el usuario volvería a estar expuesto a los vaivenes del euríbor. Por tanto, este tipo de ofertas solo serían recomendables para quienes crean que pueden ahorrar durante los primeros años de vida de la hipoteca, ya que, una vez llegado el tramo variable, podrían amortizar deuda anticipadamente para así reducir los años que estarían expuesto al euríbor.

En tercer lugar está la posibilidad de amortizar anticipadamente parte de la deuda para reducir cuota. En caso de que la subida del euríbor ponga en apuros la economía familiar, si los afectados disponen de ahorros, podrían optar por amortizar anticipadamente parte de su hipoteca para así reducir la cuota que pagan cada mes.

En caso de hacerlo hay que tener en cuenta que la cantidad que se amortice se descuenta del capital pendiente por pagar. También que, aunque hay bancos que no cobran comisiones por amortización anticipada, los que sí lo hacen están sujetos a limitaciones establecidas por ley: en las hipotecas variables; un 0,25% durante los tres primeros años, y nada a partir del cuarto (o un 0,15% durante cinco años y nada a partir del sexto), y en las hipotecas fijas, un 2% durante los 10 primeros años y un 1,5% a partir del undécimo. Ahora bien, de forma extraordinaria, los bancos que hayan decidido acogerse al plan de ayudas a los hipotecados aprobado el año pasado no podrán cobrar nada por este concepto durante 2023 a quienes tengan una hipoteca variable.

En cuarto lugar, los hipotecados pueden acogerse a alguna de las ayudas aprobadas por el Gobierno, disponibles para quienes cumplan con ciertos criterios relacionados con los ingresos y tengan su hipoteca con un banco que haya decidido adherirse a las mismas, ya que su aplicación no es obligatoria. Estas ayudas incluyen medidas como alargar el plazo de las hipotecas hasta siete años para reducir la cuota, pedir un período de carencia de hasta cinco años en el que solo se paguen intereses o, incluso, solicitar que se congele el pago de la cuota de la hipoteca durante 12 meses. Sin embargo, no salen gratis: según los cálculos de Kelisto.es, los gastos derivados de estas operaciones aumentarían el coste final de la hipoteca entre un 16% y un 72%, según la opción elegida.

Por último, está la opción de alargar el plazo de una hipoteca o negociar una carencia. Si el impacto del euríbor dificulta cuadrar las cuentas de un hogar, pero los afectados no pueden acogerse a las ayudas aprobadas por el Gobierno, siempre se puede solicitar una ampliación del plazo de una hipoteca -mediante una novación- o negociar una carencia. Ahora bien, ambos trámites tienen costes y, a la larga, encarecen la cantidad que se terminará pagando en concepto de intereses.

¿Y SI QUIERO CONTRATAR UNA HIPOTECA?

En un contexto como el actual, el consumidor tiene que sacar toda la artillería pesada si quiere conseguir la hipoteca que mejor se adapta a su perfil, al mejor precio. Para ello hay que seguir varios pasos. El primero, analizar qué hipoteca me conviene más: en función del nivel de riesgo que estemos dispuestos a asumir o de lo que estemos dispuestos a pagar por una seguridad total, de nuestras expectativas sobre la evolución del euríbor y de la posibilidad que tengamos de amortizar hipoteca anticipadamente, nos convendrá más una hipoteca variable, fija o mixta. Elegir la modalidad más adecuada, en este contexto, es clave.

También habrá que comparar precios y ayudarse de profesionales para negociar. Además, conviene tener más cuidado que nunca con la letra pequeña: aunque nunca se deben pasar por alto, cuestiones como buscar hipotecas sin comisiones o analizar si nos compensa la vinculación exigida para acceder a la mejor oferta son esenciales para reducir al máximo el coste del préstamo que queramos pedir.

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