ep economiafinanzas- los depositoshogaresempresas cayeron074 en abril hasta 1067 billoneseuros
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La sentencia de muerte de los depósitos está escrita desde hace tiempo. Al menos en nuestro país, donde ya apenas puede encontrarse rendimiento en este producto. De hecho, echando la vista atrás, para que un ahorrador consiga obtener lo mismo que hace diez años hoy tiene que invertir hasta 100 veces más. La rentabilidad de los depósitos ha caído un 98% desde entonces.

Es lo que reflejan las estadísticas del Banco de España y representa un duro golpe para el bolsillo del ahorrador más conservador. Según la serie histórica del organismo, hace una década, la rentabilidad media de los depósitos era del 2,74%, si nos fijamos en el dato concreto de septiembre de 2011. Unos años antes, en 2008, llegó a superar el 5%. Sin embargo, en septiembre de este año, fue del 0,05%.

"La rentabilidad de los depósitos bancarios se ha hundido durante los últimos años. La política monetaria impuesta desde el Banco Central Europeo (BCE), que tan bien ha venido a los hipotecados, ha causado estragos en este producto de ahorro", señalan los expertos del comparador financiero HelpMyCash. A modo de ejemplo, si hace poco más de una década la banca pagaba de media 500 euros brutos por cada 10.000 euros invertidos a un año, ahora los intereses se reducen a 5 euros.

¿Qué opciones hay en las entidades españolas? Pues prácticamente ninguna. Más aún cuando en los últimos meses las rebajas de rentabilidad se han ido sucediendo. Tanto que algunos bancos ya comercializan depósitos con rendimiento 0. Otros, directamente los han eliminado de su escaparate de productos después de su baja aceptación dadas las bajas rentabilidades. "La situación es tan crítica que varios bancos ya penalizan a los ahorradores trasladándoles los tipos negativos o mediante comisiones de custodia de saldo si sobrepasan cierto límite y no mantienen un grado mínimo de vinculación con la entidad", añaden.

De hecho, en los últimos diez años, su saldo vivo se ha reducido en un 80%. ¿Dónde ha ido a parar ese ahorro? Gran parte está en cuentas, a pesar de que estos productos tampoco son rentables, por lo que no sirven para hacer crecer los ahorros, lo que supone "una preocupación para muchos ahorradores que ven como su dinero no se rentabiliza mientras la inflación se dispara". Una situación que se une al ahorro acumulado durante los meses más duros de la pandemia del Covid-19. "Muchos consumidores ahorraron durante el confinamiento. Sin embargo, el incremento de la inflación y el hecho de dejar los ahorros en cuentas corrientes sin rentabilidad está dañando el patrimonio de algunos hogares", destacan desde el comparador.

¿QUÉ HACER CON EL DINERO?

Ante este panorama, muchos ahorradores se plantean comenzar a invertir y asumir el riesgo que esto implica. "Apostar por los fondos de inversión, la bolsa o por otros activos más exóticos, como las criptomonedas, puede ayudar a esquivar los efectos de la inflación y puede servir para diversificar los ahorros. Pero la realidad es que igual que se puede ganar, se puede perder", advierten, añadiendo que, además, "estos activos, cuyo capital no está garantizado, pueden no ser adecuados para aquellos ahorros que se vayan a necesitar a corto plazo o para el llamado colchón de emergencia, al que se recurriría en caso de un imprevisto".

Aquellos ahorradores que se nieguen a renunciar a la protección con la que cuentan los plazos fijos pueden encontrar mejores oportunidades en otros países de la Unión Europea (UE). Algunos bancos de los países vecinos pagan rentabilidades cercanas al 1% TAE, muy superiores a las de los productos españoles, con la ventaja de que también están protegidos por un fondo de garantía. No permiten esquivar totalmente los efectos de la inflación actual, pero como mínimo permiten suavizarlos y perder menos poder adquisitivo.

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