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El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, ha declarado en un discurso televisado a primera hora de la mañana del martes, hora local, que su gobierno no reaccionará a las provocaciones de Rusia, pero ha añadido que "no daremos nada a nadie".

"Estamos dedicados a los medios diplomáticos para resolver este asunto. No reaccionamos a ninguna provocación", ha enfatizado Zelenski en la transmisión, después de que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara la entrada de fuerzas en el este de Ucrania. "Esta es nuestra elección. Estamos en nuestra tierra. No tenemos miedo de nadie ni de nadie", ha dicho, según una transcripción de 'NBC News'.

Zelenski ha señalado que Ucrania no es el mismo país que hace ocho años, cuando Rusia se anexionó ilegalmente Crimea de Ucrania, desencadenando un conflicto en las regiones de Donetsk y Luhansk que continúa hasta hoy. "No es febrero de 2014. Es febrero de 2022", ha proclamado. "Es un país diferente. Es un ejército diferente, [pero] el mismo propósito es la paz".

Según NBC News, además del ejército permanente de Ucrania, que cuenta con más de 200.000 efectivos, el país puede movilizar a unos 300.000 soldados, de los cuales 130.000 formarían nuevos batallones de defensa territorial.

Más de la mitad de los ucranianos lucharían si Rusia invade, según una encuesta realizada en diciembre por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, ha informado la 'NBC.

El presidente ruso Vladimir Putin anunció el lunes por la noche que reconocería la independencia de dos regiones separatistas del este de Ucrania. Putin emitió un decreto en el que pedía que las fuerzas entraran en Donetsk y Luhansk, aunque no está claro qué implica esa misión.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva por la que se prohíben las nuevas inversiones, el comercio y la financiación por parte de personas estadounidenses hacia, desde o en las denominadas regiones de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Luhansk. Los líderes europeos calificaron el anuncio de Putin de "flagrante violación del derecho internacional".

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