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La primera ministra británica, Theresa May, celebra la reunión semanal de su gabinete en una jornada crucial para el acuerdo del Brexit. Esta tarde, la Cámara de los Comunes debe decidir si brinda su respaldo al trato que Londres y Bruselas alcanzaron en noviembre, pero se anticipa que la 'premier' fracase en su intento de recabar el apoyo de los diputados.

Horas antes de la celebración de esta votación, programada para las 20:00 horas (hora española), el gabinete de May sopesa si el gobierno respalda una enmienda del legislador conservador Andrew Murrison, que pondría un límite de tiempo a la polémica cláusula irlandesa de 'backstop': el punto de conflicto para muchos legisladores que se oponen al acuerdo de May con la UE. El martes por la mañana, unos 30 diputados se habían adherido a esa enmienda, incluido Graham Brady, el influyente jefe del Comité de Tories de rango 1922.

Los analistas de Goldman Sachs creen que hasta 100 de los 317 diputados del Partido Conservador, así como los 10 diputados del DUP, en coalición con los 'tories' tienen la intención de votar contra el acuerdo. "Alrededor de un tercio de ese centenar de disidentes conservadores prefieren que no haya Brexit, aunque quizás alrededor de dos tercios se decantan por un Brexit sin acuerdo. Suponiendo que alrededor de 240 de los 257 diputados del Partido Laborista, así como todos los diputados de todos los demás partidos, también voten en contra del gobierno, "esperamos que el acuerdo actual reúna el apoyo de solo unos 225-250 diputados, en esta etapa", comentan estos expertos.

El pacto alcanzado sobre la frontera irlandesa ha sido el principal escollo de las conversaciones porque los 'brexiters' temen que el país quede atrapado indefinidamente en este acuerdo. Esta misma semana, la UE trató de aligerar los temores de los diputados 'tories' con una carta al Gobierno británico en la que plasmó una serie de garantías sobre el llamado 'backstop', el plan de salvaguarda previsto para la frontera entre la región británica de Irlanda del Norte y la vecina república de Irlanda.

La misiva, firmada por los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, subraya que el plan de contingencia para la frontera irlandesa no es la solución preferida por la UE para evitar una frontera estricta entre el Úlster e Irlanda, que no socava los acuerdos del Viernes Santo y que no representa un intento de la UE por anexionarse Irlanda del Norte.

Sin embargo, la carta deja claro que no habrá una renegociación de este plan de contingencia. La UE también ha rechazado la petición de Reino Unido para que el plan de salvaguarda solo esté en vigor durante un año.

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