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La CSU, la filial bávara del partido conservador CDU de la canciller Angela Merkel, podría sufrir una gran pérdida de votos en las elecciones regionales de este domingo en Baviera, donde gobierna desde la II Guerra Mundial. Se espera un importante ascenso del Partido Verde y la entrada en la cámara de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).

El previsible descenso de la CSU, que actualmente tiene mayoría absoluta y podría caer hasta el 30%, resulta particularmente significativo porque su líder, Horst Seehofer, protagonizó un desafío a la canciller Merkel que amenazó el Gobierno federal el pasado verano a causa del debate sobre la inmigración.

Seehofer apostó por una línea más dura en la cuestión migratoria, probablemente influido por el ascenso electoral de los últimos meses de la AfD, un partido que ha hecho del rechazo a la inmigración la piedra angular de su discurso. Sin embargo, la estrategia no ha dado los frutos que Seehofer esperaba, sino más bien al contrario. Ha mermado el apoyo a su partido y ha impulsado el crecimiento de la AfD en Baviera.

"El intento de la CSU en junio y julio por apropiarse de parte del apoyo a la AfD adoptando una controvertida mano dura en el debate sobre la inmigración parece haber si contraproducente", opina Holger Schmieding, analista de Berenberg. "El polarizado debate centrado en la agenda del AfD parece haber perjudicado a la CSU ayudando tanto a la AfD como a los Verdes".

Más allá del surgimiento de AfD en el parlamento regional de Baviera, junto al de Hesse, el único en el que aún no tiene representación, el gran vencedor de estos comicios podría ser el Partido Verde, que se posiciona como un candidato fuerte para ser compañero de coalición en caso de que la CSU no revalide su mayoría absoluta, como anuncian todas las encuestas.

"Desde una perspectiva de mercados, el impacto de un incluso peor resultado de la CSU de lo que marcan las encuestas podría enfatizar la débil posición de la CDU/CSU (y, por tanto, de Merkel) a nivel nacional", escriben analistas de Rabobank en un informe para clientes. "Sin embargo, respecto a la lectura en torno al ascenso del populismo, el impacto dependerá de si este mal resultado va en beneficio de los Verdes o de la AfD".

SIN CAMBIOS A CORTO PLAZO

Más allá de que el resultado sea mejor o peor de lo esperado para la CSU, los analistas no prevén cambios importantes que afecten al mercado en Alemania a corto plazo. Dentro de dos semanas, habrá una nueva cita electoral regional en Hesse, donde tanto la CDU como sus socios de coalición, los socialdemócratas del SPD, también podrían perder votos en beneficio de los Verdes y la AfD.

Todo esto podría mellar la posición de Merkel en su propio partido, si bien aún es muy pronto para que algún candidato alternativo pueda iniciar un desafío a la actual canciller desde sus propias filas. No es previsible tampoco que afecte a la actual coalición que gobierna a nivel federal.

"Nuestra predicción es que (Merkel) continuará hasta el final de la legislatura, dentro de tres años, y que la actual coalición CDU/CSU-SPD se mantendrá unida", explica Schmieding, de Berenberg. "Sin embargo, es improbable que la fatigada coalición de partidos que se unieron en un matrimonio sin amor lleve a cabo ningún cambio político importante en términos nacionales, europeos o internacionales".

Las dos citas electorales regionales marcan una tendencia a la polarización, si bien el sistema de partidos alemán sigue partiendo de amplios consensos más allá del desafío anti-establishment representado por la AfD, que por el momento ha sido marginada de cualquier posición de poder por el resto de fuerzas. Nada hace esperar que ese equilibrio se vaya a ver afectado tras estas dos elecciones.

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