El Gobierno de Sri Lanka ha anunciado este martes que, como consecuencia del impacto de la pandemia y de la guerra en Ucrania, no cumplirá con las obligaciones de pago de su deuda externa durante un periodo "provisional" en el que espera establecer un plan de reestructuración "ordenado y consensuado" junto con un programa de ajuste con apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Los eventos recientes, incluyendo los efectos de la pandemia de Covid-19 y las consecuencias de las hostilidades en Ucrania, han erosionado de tal modo la posición fiscal de Sri Lanka que se convertido en imposible seguir sirviendo con normalidad las obligaciones de deuda externa", ha indicado el Ministerio de Finanzas del país.
De este modo, ha asegurado que la decisión de suspender pagos representa "el último recurso" del país para evitar un deterioro aún más grave de sus finanzas, así como para garantizar un trato equitativo a todos los acreedores en el marco de un plan de reestructuración de la deuda pública que "ahora parece inevitable".
"El Gobierno ha adoptado pasos extraordinarios en un esfuerzo para evitar recurrir a medidas como esta, pero ahora parece que cualquier nuevo retraso implica el riesgo de infligir un daño permanente a la economía de Sri Lanka y causar un perjuicio potencialmente irreversible a los tenedores de deuda externa", ha defendido el Ministerio.
