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El presidente ruso, Vladimir Putin.

La guerra en Ucrania provocada por Rusia sigue siendo una de las preocupaciones principales actualmente en los mercados, con muchas dudas sobre la efectividad de las medidas sancionadoras al país, que no están consiguiendo que Vladimir Putin desista en sus objetivos. No obstante, y aunque reconocen que es muy difícil calcular el impacto económico actual de dichas sanciones, los expertos de Berenberg confían en el poder de las mismas a largo plazo.

"Las sanciones son un veneno lento. Deben hacer que a Putin le resulte cada vez más caro financiar su guerra. Nos atenemos a la idea que lanzamos poco después de la invasión: ésta será la última guerra convencional importante que Putin pueda librar", escribe Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg, es su último informe analizando la situación.

Schmieding espera que la economía rusa "se debilite cada vez más en los próximos años", limitando la capacidad del país para costear su sobredimensionado ejército y los costes de la guerra a lo largo del tiempo.

Para justificar este razonamiento, el economista jefe de Berenberg se refiere a distintos factores. En primer lugar, la pérdida de ingresos por exportación de Rusia a medida que la Unión Europea (UE) compra cada vez menos crudo al país. "Rusia no puede redirigir fácilmente los flujos a Asia por falta de gasoductos adecuados", indica.

En segundo lugar, se refiere a la pérdida de acceso a las tecnologías y el capital occidentales. En este sentido, Holger Schmieding advierte de que, incluso si China quisiera ayudar, "no podría ofrecer mucha experiencia relevante en este sentido".

A esto se suma, en tercer lugar, la pérdida de los mejores y más brillantes cerebros. Según algunas estimaciones, hasta 300.000 rusos abandonaron el país después de que Putin iniciara la guerra, y el éxodo parece continuar. Los que se marchan pertenecen en su mayoría a la élite urbana joven, emprendedora y conocedora de la tecnología. Berenberg subraya que sin ellos Rusia será aún menos dinámica que antes.

Y, en cuarto lugar, el economista jefe de la firma alemana cree que la economía Rusia acabará sufriendo también por el aumento de los costes de la represión. Así, explica que para reprimir la disidencia contra la guerra Rusia tendrá que dedicar cada vez más recursos a sus servicios de seguridad interna. "Putin no dudará en hacerlo. Pero estos recursos faltarán en otros lugares. Los costes cada vez mayores de mantener a la población bajo control fueron una de las principales razones de la caída del comunismo en la mitad oriental de Europa en la década de 1980", precisa.

EL POSIBLE IMPACTO ACTUAL

Casi seis meses después de que Vladimir Putin desencadenara su segunda guerra contra Ucrania, el alcance actual de los daños a la economía rusa debido a las sanciones impuestas por Europa y EEUU sigue siendo casi imposible de valorar, reconocen desde Berenberg.

Por un lado, explican, la caída del 4% trimestral del PIB ruso en el segundo trimestre, tras un aumento del 3,5% en el primero, parece "sospechosamente pequeña". Por otro lado, la afirmación, ampliamente difundida, de un grupo de investigadores de la Escuela de Administración de Yale, del pasado mes de julio, de que "la retirada de empresas y las sanciones están paralizando catastróficamente la economía rusa" parece exagerada por el momento, consideran.

Los elevados precios del petróleo y el gas parecen seguir llenando las arcas de Putin a pesar de los menores volúmenes de exportación y producción. Por ejemplo, las importaciones de crudo de la UE procedentes de Rusia disminuyeron un 9% en junio en volumen, pero aumentaron un 37% en valor.

"Nuestra estimación es que Rusia se encuentra en una recesión importante, pero aún lejos de ser catastrófica. El descenso oficial de los préstamos a las empresas en un 9,4% entre febrero y junio de 2022 puede ser un indicio de una reducción significativa de la actividad empresarial. Por supuesto, la recesión es sólo el comienzo de un malestar económico cada vez más profundo para Rusia, en nuestra opinión", concluye Schmieding.

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