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El repunte del Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido en enero ha devuelto al mercado la esperanza en la recuperación. Y es que tras entrar en recesión técnica a finales de 2023, el crecimiento del 0,2% en el primer mes del año sabe a gloria a muchos inversores. Aunque deben ser prudentes, según apuntan los expertos ante la expectativa de una recuperación sostenida. Sobre todo porque, dicen, el repunte de la economía "será constante, no espectacular".

Así lo afirman, por ejemplo, los analistas de EY ITEM Club. "El aumento del PIB del Reino Unido en enero podría marcar el inicio de una recuperación sostenida", dicen, apuntando que el impulso "debería aumentar durante el resto del año, ya que una inflación mucho más baja ofrece un sólido apoyo al crecimiento de los ingresos reales de los hogares".

Pero aún así, comentan, el efecto retardado de los aumentos de los tipos de interés anteriores y la política fiscal más estricta "presentan importantes obstáculos que probablemente signifiquen que el repunte de la actividad sea constante y no espectacular".

Hacen, por tanto, un llamamiento a la cautela en medio de la euforia que ha despertado el crecimiento de enero. Aunque también señalan que es probable que el PIB "haya aumentado más en febrero".

En general, el EY ITEM Club espera ver un "sólido crecimiento" del PIB en el primer trimestre, y mirando más allá, prevé que la economía británica experimente un "crecimiento decente" durante 2024, "con una marcada caída de la inflación que ofrezca un fuerte apoyo a los ingresos reales". Pero, insisten estos analistas, "es probable que el ritmo del repunte se vea limitado".

Desde Knight Frank apuntan, por su parte, que aunque el crecimiento del PIB en enero "pone a la economía en camino de salir de la recesión técnica de los últimos meses de 2023" y eso es "positivo", en realidad se trata de "una serie de expansiones y contracciones económicas relativamente pequeñas que se suman a una economía casi estancada con un problema de productividad de larga duración".

Es más, recuerdan que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria espera una escasa expansión anual del 0,8% en 2024 antes de que el crecimiento aumente al 1,9% en 2025.

No obstante, en AJ Bell creen que aunque la cifra del crecimiento de enero "es pequeña", el hecho de que esté aumentando "es positivo". "Los inversores quieren que la situación de recesión del Reino Unido pase a un segundo plano para poder centrarse en cómo una posible política monetaria más laxa podría proporcionar alivio a los consumidores y las empresas y, a su vez, alimentar una mayor actividad económica", apuntan. Aunque, "lamentablemente, eso podría tardar en concretarse".

EL EFECTO SOBRE LA LIBRA

Y también los estrategas de Rabobank han comentado los datos del PIB, ligándolos en su caso a los efectos que podrían tener sobre la libra esterlina. Creen que la mejora "sugiere que la economía se ha alejado de la recesión técnica que la acosó a finales del año pasado", y aunque pueden suponer un "ligero alivio" para los alcistas de la libra esterlina, no debe obviarse que el dato "está en línea con las expectativas y, por tanto, contribuye poco a cambiar las perspectivas" sobre la divisa británica.

"Los datos de enero ya han proporcionado cierta evidencia de que las perspectivas económicas han comenzado a mejorar, lo que está en línea con los comentarios del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, a mediados del mes pasado, sugiriendo que la economía está mostrando algunos signos de recuperación".

No obstante, ponen el acento en que en los tres meses transcurridos hasta enero el panorama de las ventas minoristas "siguió siendo negativo, lo que sirve como recordatorio de la relativa vulnerabilidad de la economía". Por eso en el banco holandés mantienen un "panorama modestamente constructivo para la libra esterlina frente al euro para el próximo año".

Esto se ve respaldado por la expectativa de que el Banco de Inglaterra "podría mantener una política estable hasta septiembre", y acometer entonces una primera bajada de tipos, a la que seguiría otra antes de finales de año, frente a la previsión de tres recortes de tipos tanto por parte del Banco Central Europeo (BCE) como de la Reserva Federal (Fed) a partir de junio.

"Esperamos que el diferencial de tipos de interés, los signos de una mejora de las perspectivas económicas del Reino Unido, combinados con la perspectiva de unas elecciones británicas aburridas y un contexto político relativamente estable proporcionen un apoyo moderado a la libra", dicen.

Creen que el 'cable' se recuperará, de forma que el cruce GBP/USD irá a 1,30 en una perspectiva de 12 meses, aunque también ven "margen para caídas en una perspectiva de 1 a 3 meses debido a episodios de fortaleza generalizada del dólar". Y añaden: "Seguimos pronosticando un movimiento del EUR/GBP hasta el nivel de 0,84 en la segunda mitad de este año".

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