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Óscar J.Barroso - Europa Press

La reactivación de la actividad y la reconversión que precisa el país para sentar las bases de un crecimiento "sostenible", robusto e inclusivo pasa por garantizar la seguridad jurídica, crear incentivos a la inversión, impulsar la digitalización y la "flexibilidad del mercado laboral" y no caer en la tensión de querer recaudar vía mayores tributos los costes con la actividad hundida.

Así lo concluyeron los presidentes de PwC España, Gonzalo Sánchez; de E&Y España, Federico Linares; de KPMG España, Hilario Albarracín; de AT Kearney España, Pedro Mateache; de Accenture España, Domingo Mirón, y de Deloitte España, Fernando Ruiz, durante la cumbre empresarial organizada por CEOE.

Según el presidente de Deloitte España, todos los países han desplegado "esquemas similares" para ayudar a las familias, trabajadores y empresas, pero aquí se ha puesto acento especial en el apoyo a hogares y empleados, mientras que "estamos a la cola" en ayudas a empresas de países como Alemania, Francia, EEUU o Italia, siendo la mayoría avales o moratorias.

La situación fiscal de partida más holgada ha permitido a Alemania movilizar en conjunto ayudas equivalentes al 34% de su PIB (un 30% en avales y garantías y el 4,4% en subvenciones a fondo perdido a empresa y empresas), llegar al 18% en Reino Unido, al 14% en Francia o al 11,1% en USA donde casi el 7% son a fondo perdido. En España, indicó, es el 11% pero el 9,8% son a través de avales y garantías y solo el 1,2% no precisan devolución.

"Para conseguir que esta recuperación se lance y sea rápida hay que actuar por sectores, diseñando medidas a corto plazo y también a largo plazo", abogó, además de considerar como "fundamental" que se consiga un acuerdo para la utilización de los ERTE, más liquidez y "trabajar para atraer inversión" extranjera y fomentar la inversión local "porque lo que hacen las empresas es generar empleo".

Como la situación de partida desde el punto de vista fiscal "no es tan positiva ni tan buena" como por, ejemplo en Alemania, indicó que tendremos que "ser inteligentes" e "imaginativos" y actuar desde la óptica normativa en temas fiscales, "a través de incentivos", y en el mercado laboral "no ir hacia atrás sino hacia adelante con medidas que den mayor flexibilidad" al mercado para "atraer inversión extranjera". "Tenemos que ser conscientes de que quienes crean empleo son las empresas y, por tanto, todas las actuaciones dirigidas a mejorar su competitividad y mejorar la inversión redundarán en generación de empleo, que es fuente de riqueza", concluyó.

El presidente de KPMG España consideró "fundamentales" las medidas "destinadas a flexibilizar el mercado laboral" para superar la crisis. A su juicio, los ERTE deben seguir siendo "la base para preservar el futuro del empleo" como ya lo han hecho y debería complementarse la herramienta con una movilidad funcional, el teletrabajo, jornadas reducidas o una bien entendida y ejecutada subcontratación.

Albarracín subrayó que mientras que no hay vacuna o remedio al covid-19 "seguiremos jugando en un terreno incierto" donde resulta "imprescindible dar oxígeno a las empresas y, todavía más importante, no restarlo". "Con más y mayores empresas hay más y mejores empleos", resumió. A pesar de las dudas conminó a "diseñar escenarios" a partir del aprendizaje, contar con un esquema general de prevención y adecuar el sistema productivo a la nueva realidad, apoyar a los sectores claves (turismo, agroalimentario, automoción) y "asegurar la menor destrucción posible del tejido empresarial" y el empleo.

Ese escenario pasa, por ejemplo, por apoyar a las empresas en su adaptación digital que tan bien ha funcionado con el confinamiento y ayudarles en sus procesos de reestructuración operativa. Asimismo, reclamó "evitar abrir nuevos interrogantes" siendo "la claridad, la seguridad jurídica y la predictibilidad" cuestiones "vitales" en este momento.

Para el presidente de PwC España, es "esencial" no dejarnos llevar por el corto plazo, aunque sea difícil, y trabajar ya en el país que "queremos en 20 años" aprovechando los fondos movilizados por la Unión Europea y de los que podrían llegar 180.000 millones a España, más de 77.000 en forma de subvenciones. Se trata, dijo de aprovechar la ocasión en proyectos que resulten "útiles" y ayuden al país a resolver problemas estructurales y "a dar el salto cualitativo", pudiendo financiar con ellos la transición ecológica, la digitalización, programas educativos o de sanidad, entre otros. Para abordarlos consideró, sin embargo, que se necesitan grandes pactos.

SER MUY GENEROSO Y BUSCAR AMPLIOS CONSENSOS

"Hay que ser muy generoso y buscar amplios consensos", indicó en alusión a la consecución de acuerdos políticos a largo plazo que orienten la actividad y que "nos permitirían abandonar inversiones no rentables y centrarnos en proyectos que, de verdad, necesita el país para transformarse". "Las decisiones que se tomen en los próximos meses marcarán el futuro que tenemos a largo plazo", sostuvo.

Entre los problemas estructurales a encarar indicó los altos niveles de deuda, que "adolecemos de una fiscalidad atractiva para poder atraer inversiones", un sistema educativo adaptado a las necesidades laborales y la "crispación" política existente, que "no ayuda a traer confianza". Entre las palancas para lograrlo indicó que la existencia de unas entidades financieras "muy fuertes", con un "modelo de gestión excelente" por lo que advirtió que "no se pueden tomar medidas que penalicen el sistema financiero", ya que será una "pieza clave" para la recuperación.

Para el presidente de Accenture España, se precisa "un plan de reinvención para España" que apueste de forma decidida por la digitalización teniendo en cuenta la singularidad del país (una economía muy dependiente de sectores como la hostelería o el turismo que requieren presencia de clientes, que el sector publico genera 1 de cada 5 empleos y solo el 16% del PIB, que el 65% corresponde a las pymes, que somos el país número 11 de los 28 en digitalización o cuenta con un mercado laboral "rígido" frente a otros jugadores de la OCDE).

Apalancándose en los recursos que facilitará Europa abogó por aprovecharlos en la doble vertiente de dar el avance necesario en materia de transición ecológica y digitalización para "situarnos por encima de la media en Europa" en ambos desafíos. "Solo así podemos llegar a convertirnos en el mercado en un referente en la UE y el mundo entero", abogó.

A su juicio se debería abordar desde cinco ejes: el sector público, que garantice el acceso y la adecuada formación; con un plan de digitalización efectivo para pymes, poniendo a su disposición incluso clusters y plataformas con ayudas, con incentivos para que las grandes apuesten por el big data, el blockhain, el cloud, etc; convirtiendo a España como uno de los grandes destinos para grandes plataformas industriales internacionales y fomentando las carreras profesionales técnicas.

QUE ESPAÑA SEA LÍDER EN DIGITALIZACIÓN

El presidente de EY España coincidió en la necesidad de aprovechar la ocasión para dar el salto estratégico y global en digitalización. "España, por las condiciones y la capacidad que tiene reúne todas las condiciones para aprovechar y poder aspirar al liderazgo de Europa", coincidió, en relación a activos como las grandes empresas de telecos o ser el tercer país del mundo en despliegue de fibra óptica. Remarcó que la tecnología no va solo de digitalización sino también de personas y de adecuar el sistema educativo para dotar a los profesionales, a los jóvenes y hasta al talento senior de capacidades digitales.

Pero, junto a la digitalización, consideró otro factor igualmente relevante la fiscalidad. "La crisis no se financia con impuestos se financia con deuda", avisó y aseguró que "no es momento" de plantear bajadas o subidas de impuestos, máxime cuando "no hay capacidad económica que gravar, hay rentas perdidas". "Si lo que queremos es mantener el empleo, reactivar la economía reactivar el consumo, lo último que tenemos que hacer es retraer rentas de los actores", avisó y pidió "certidumbre", seguridad jurídica y estar "muy alienados" con el marco de la UE y CEOE para ser predictibles y atraer inversión.

En materia fiscal reclamó mantener el esquema de la internacionalización que ha hecho competitivas a las empresas, eliminar los pagos fraccionados mínimos, agilizar las devoluciones tributarias y que se pague según los ingresos reales. "En materia fiscal no necesitamos ideología, no necesitamos una fiscalidad de derechas o izquierdas. Necesitamos planes de estímulos", sobre todos, para los sectores más afectados, concluyó.

Por su parte, el presidente de Kearny España alertó sobre la fuerte vulnerabilidad en la que transitan las pequeñas y medianas empresas que forman parte de las cadenas de producción fracturadas con la crisis, como pueden ser los que fabrican asientos, turbinas, etc para los aviones cuando las aerolíneas han visto caer sus resultados al 50%.

Alertó de que esta situación no se resuelve con mayores ajustes y existe riesgos de perder plantas o producciones por la alta competencia desatada al menguar la actividad. Encararlo indicó que precisará "dotes de colaboración" y quizá encarar distintas colaboraciones o incluso fusiones, además de la ayuda de la administración pública "para consolidar empresas viables antes del que el daño sea irreversible" junto a una "fiscalidad asumible" y una flexibilidad laboral que lo haga posible.

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