Las peticiones semanales de desempleo en EEUU descendieron hasta las 250.000, en la semana del 5 de agosto, desde las 252.000 registradas en la semana anterior, según los datos publicados por el Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha situado por debajo de las previsiones del consenso, que anticipaban 265.000.
Por estados, los mayores aumentos se dieron en California (+2,759), Nueva Jersey (+965), Texas (+723), Carolina del Sur (+679) e Indiana (+582), mientras que los mayores descensos se produjeron en Connecticut (-7,341), Michigan (-1,075), Oklahoma (-921), Georgia (-522) y Maryland (-184).
En cuanto a la media móvil de las últimas cuatro semanas, ésta se situó en 246.750, bajando desde las 249.500 registradas hace siete días.
Con respecto a las solicitudes de prestaciones regulares, sufrieron un leve aumento hasta 1.437.000 desde las 1.430.000 de la semana anterior y mejorando las estimaciones del consenso, que anticipaban una ligera subida hasta 1.438.000.
VALORACIÓN DE LOS EXPERTOS
Tras la publicación de estos datos, desde Oxford Economics la sorpresa a la baja de la cifra es una señal alentadora, aunque consideran que las solicitudes seguirán "enfrentando riesgos al alza durante el resto del año". Aun así, esperan que el mercado laboral "se mantenga ajustado en el corto plazo", mientras que "las perspectivas para la economía siguen siendo relativamente positivas a pesar de la elevada incertidumbre sobre la inflación y el crecimiento".
Los analistas de la firma británica consideran que el empleo mantendrá una tendencia alcista constante "a menos que la economía experimente una disminución sustancial en la demanda laboral". Además, señalan que "la actual escasez de mano de obra (particularmente en el sector de servicios) probablemente hará que los empleadores operen con más cautela cuando se trata de despedir empleados dadas las dificultades de contratación y los rígidos costes laborales".
En Patheon Economics indican que la bajada de las solicitudes de desempleo encajan con los datos, tanto oficiales como no oficiales, que muestran que las intenciones de contratación de las empresas siguen siendo elevadas. "Cualquier relajamiento en el mercado laboral es marginal; estos números no son consistentes con la idea de que la economía estadounidense está en recesión o cerca de ella".
