Con la escalada de los precios de la energía, la factura de la luz se ha convertido en un quebradero de cabeza para los ciudadanos. Por ello, el Gobierno quiere que sea comprensible para todos y detallada, para se sepa cuánto se paga y por qué se paga. En la nueva factura, se prevén cuatro grandes cambios, aunque el más destacado será la aparición de un código QR.
Esté código dirigirá a los clientes al comparador de ofertas de energía de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En principio, ya debería de estar apareciendo, aunque, según ha reclamado el organismo, las eléctricas no se han esforzado por incluirlo de forma visible.
El código QR deberá tener un tamaño mínimo de 3x3 centímetros y deberá ser individual para cada cliente, recogiendo una serie de parámetros como el código postal, el consumo o la fecha de emisión de la factura. También deberá incluir una descripción que explique al consumidor para qué sirve ese código: "En el código QR se pueden consultar y comparar las distintas ofertas vigentes de las comercializadoras de energía eléctrica".
Asimismo, en las facturas se empezará a reflejar el coste que tienen las herramientas que ya están impactando directamente en ellas, como el tope al gas y el bono social.
Igualmente se incorporarán parámetros para conocer si la factura incluye una promoción, si se ha producido un cambio de precios en el periodo de facturación o si se va a producir en el próximo, así como la fecha de facturación y, como novedad, la fecha de fin de contrato, si la oferta que tiene contratada el consumidor es verde y la periodicidad de revisión de los precios.
En las facturas también aparecerá la nueva medida de información y transparencia del Plan +SE que obliga a las comercializadoras a reflejar "información sobre el consumo medio de los consumidores que compartan el mismo código postal" y consejos para reducir el consumo energético.
