ep el ministerio de hacienda ha hecho publico el deficit del conjunto de las administraciones
Dinero en efectivo. Imagen de archivo.EUROPA PRESS - Archivo

Las ayudas estatales siempre han supuesto un tema de controversia entre los distintos países, ya que se acusan mutuamente de una distribución injusta que favorece a empresas nacionales. Así pues, Estados Unidos critica las subvenciones europeas, la Unión Europea evita subvenciones extranjeras y China respalda a sus empresas.

Cierto es que la crisis económica que ha generado la pandemia del coronavirus ha hecho que los distintos gobiernos se esfuercen en rescatar sus economías y ayudar a las empresas. Sin embargo, esto no es permanente y para muchos países esta situación es insostenible. Pero, ¿a qué empresas benefician? ¿Son sostenibles? Las nueve preguntas básicas sobre las ayudas estatales, según Bloomberg.

¿CÓMO FUNCIONAN LAS AYUDAS ESTATALES?

Son las ayudas otorgadas por los fondos estatales a las compañías o industrias claves para favorecer a su producción. Este apoyo se concede normalmente a través de préstamos, subsidios directos o exenciones fiscales. De esta forma, una determinada empresa tiene cierta ventaja frente a sus competidores. Asimismo, el Estado puede conceder ayudas para crear empleo o impulsar el crecimiento económico.

¿CUÁL ES EL CONTEXTO ACTUAL DE LAS AYUDAS?

En Europa hay un claro país que destaca en cuanto a la concesión de ayudas: Alemania. La región ha acaparado las miradas de todos sus compañeros miembros, y es que su capacidad agravará aún la diferencia norte-sur. También existe el miedo de que muchas de estas ayudas acaben en 'empresas zombis', es decir, inviables. Una situación que no es nueva, ya que antes del coronavirus Italia ya desató todas las alarmas por sus rescates bancarios.

Por su parte, Estados Unidos ha criticado las subvenciones europeas, en concreto, las ayudas a los fabricantes de aviones, como Airbus.

¿QUÉ OCURRE EN CHINA?

La guerra comercial entre China y Estados Unidos se ha agravado en los últimos años en gran parte por el papel de Donald Trump. El ya expresidente acusó a la potencia asiática de provocar una competencia desleal que daña a las compañías estadounidenses. Una situación que no parece que vaya a mejorar con la nueva Administración que lidera el demócrata Joe Biden. China sigue controlando un gran número de sociedades que asusta a muchos gobiernos. Incluso, Janet Yellen, la nueva secretaria del Tesoro de EEUU, afirmó durante su toma de posesión que China estaba hundiendo a las empresas estadounidenses “al deshacerse de productos, establecer barreras comerciales y otorgar subsidios ilegales".

¿HAN AUMENTADO LAS AYUDAS ESTATALES?

Sí, la pandemia ha provocado que los gobiernos se involucren más que nunca. El coronavirus ha desencadenado una oleada de ayudas estatales por parte de los países y los bancos centrales. A comienzos de 2021 se han entregado grandes cantidades de dinero a las empresas como apoyo gubernamental.

Así pues, Joe Biden ha presentado un estímulo de 1,56 billones de euros (1,9 billones de dólares) para aumentar el salario mínimo y la Unión Europea ha invertido 1,8 billones de euros (2,2 billones de dólares) para promover proyectos ecológicos y digitales, además de ayudar al crecimiento de empleo.

¿CUÁLES SON LAS INDUSTRIAS MÁS BENEFICIADAS?

El sector más beneficiado en cuanto ayudas estatales es el aéreo. Las aerolíneas de todo el mundo han sido rescatadas con millones de euros de los fondos del Estado. Alemania, por ejemplo, ha creado un plan estratégico para ayudar a las industrias claves, lo que ha permitido rescatar a Lufthansa por 10.000 millones.

Una situación muy similar ha ocurrido en España. El Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que rescatar a Air Europa con dos préstamos de 457 millones de euros.

¿QUIÉN LLEVA LA CUENTA?

Los estados miembros intentaron mantener la paz creando un sistema para organizar los subsidios, sin embargo, dejaron un gran margen de maniobra para poder brindar ayuda sin dar explicaciones. Existen instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países, aunque sin mucho éxito.

En este sentido, Estados Unidos, Japón y la Unión Europea han estado trabajando para mantener una serie de reglas y vigilar a China.

¿FUNCIONAN CON ÉXITO LAS AYUDAS?

En la mayoría de ocasiones, sí. El apoyo económico a las empresas suele tener un resultado positivo. Un claro ejemplo es la crisis de 2008, las subvenciones y las ayudas estatales de bancos y grandes compañías rescataron el sistema financiero mundial.

¿ES INSOSTENIBLE?

Ciertamente sí. El gran esfuerzo económico que están haciendo los gobiernos para ofrecer ayudas a las empresas no puede durar para siempre. Debido a la crisis económica surgida por la pandemia del coronavirus los Estados tienden a ayudar a una gran cantidad de empresas que se encuentran en una situación crítica, además de asegurar la supervivencia de la economía.

Sin embargo, este soporte vital se caerá en algún momento. Las nuevas campañas de vacunación han avivado la esperanza de una recuperación económica, sin embargo, muchas compañías se quedarán por el camino.

Rishi Sunak, el ministro de Hacienda británico, ha alertado de que los niveles de gasto estatal en 2020 no son sostenibles a largo plazo. Asimismo, asegura que estas ayudas tan sólo podrán durar un año más hasta agotarse.

¿QUIÉN ESTÁ EN CONTRA DE LOS REPARTOS?

Michael O´Leary, director ejecutivo de la aerolínea de bajo coste Ryanair, es una voz habitual en las quejas sobre el reparto de las ayudas estatales. O´Leary asegura que el apoyo gubernamental es similar a que “regalen selectivamente miles de millones de euros a sus ineficientes aerolíneas de bandera".

Asimismo, algunas personas critican que países como Alemania tienen mayor capacidad de maniobra en comparación con otros gobiernos, como Italia. Esto produce una desigualdad económica. Por esta razón, para evitar que las empresas debilitadas por la pandemia no se conviertan en presas fáciles, la Unión Europea está concretando las reglas de competencia para restringir las adquisiciones por parte de entidades extranjeras.

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