El año acaba de empezar, pero las perspectivas son ya muy desalentadoras después de que, en apenas dos días, el Banco Mundial haya rebajado sus previsiones de crecimiento mundial para 2019 y los primeros datos macroeconómicos del año en Alemania haya dado síntomas de una posible recesión técnica.

El Banco Mundial prevé un crecimiento del 2,9% de la economía mundial en 2019 y un crecimiento del 3% en 2018 - una décima menos de lo inicialmente previsto -, señalando como principal obstáculo a las tensiones derivadas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China que ha sacudido a los mercados internacionales en los últimos meses.

“A comienzos de 2018, la economía mundial estaba funcionando de la mejor manera posible, pero ha perdido velocidad a lo largo del año y las cosas podrían ponerse peor este año”, declaró Kristalina Georgieva, CEO del Banco Mundial, en el informe Perspectivas de la Economía Mundial de 2019 titulado “Nubes negras”.

"El crecimiento se ha debilitado, las tensiones comerciales permanecen elevadas, varias economías en desarrollo han experimentado estrés financiero y los riesgos a las perspectivas se han incrementado", ha argumentado el Banco Mundial en su informe.

El descenso en las previsiones de la institución afectó especialmente a las economías emergentes y en desarrollo, con un descenso de cinco décimas desde el 4,7%, hasta el 4,2%. Las economías avanzadas salieron mejor paradas, manteniendo sus previsiones para 2019 con un crecimiento del 2,5% para Estados Unidos y un 1,6% para la Eurozona - un décima por debajo de lo previsto.

ALEMANIA APUNTA A RECESIÓN TÉCNICA

La segunda mala noticia para los mercados internacionales esta semana ha llegado este miércoles desde Alemania. La primera economía de la Eurozona sigue dando señales de ralentización, en esta ocasión a través de sus datos de exportaciones, que se redujeron un 0,4% en noviembre de 2018, una décima por encima de lo esperado.

Mucho más acusada fue la caída de las importaciones, que se rebajaron un 1,6% frente al 0,4% esperado, mostrando un debilitamiento de la demanda interna de productores y consumidores.

“Tras finalizar el tercer trimestre con un retroceso del 0,2%, la economía germana sigue acumulando señales de que el último cuarto de año será un trimestre de escaso crecimiento o incluso contracción, por lo que se expone a la posibilidad de entrar en lo que técnicamente se conoce como recesión”, explica Aitor Méndez Riesgo, redactor financiero de IG.

Esta recesión técnica, considerada así al encadenar dos trimestres consecutivos en negativo, sería la primera de Alemania desde 2009, en plena crisis económica mundial.

Noticias relacionadas

contador