bce, banco central europeo

Las medidas de estímulo anunciadas por el Banco Central Europeo no servirán para resolver los problemas de la zona euro, asegura Santiago Niño Becerra. El catedrático de estructura económica cree que la decisión del organismo de “inyectar anfetas” en la economía tendrá un fuerte efecto pero “no va a resolver ningún problema de fondo”.

En un artículo publicado en ‘La Carta de la Bolsa’ con el título ‘Anfetaminas’, el economista recuerda que “el Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado que el BCE puede inyectar anfetas en las venas de los países miembros del euro”. Considera que estas medidas equivalen “a un café mezclado con Coca-Cola y enfriado con cubitos de Red Bull” pero “no van a resolver ningún problema de fondo”.

Estos problemas, según cita Niño Becerra se pueden resumir en los siguientes puntos:

- “A cada día que pasa se necesita menos factor trabajo para hacer lo que sea”.

- La compra de deuda “equivale a una socialización de pérdidas” que deja de lado “las responsabilidades que han llevado a que ese país, esa región, esa entidad, esa familia hayan llegado a una situación de impago”.

"La compra de deuda equivale a una socialización de pérdidas"

- La búsqueda de la eficiencia “está llevando a una situación en la que quienes no son necesarios caminan hacia la exclusión”, si no se hallan ya excluidos.

- La ciudadanía europea “se ha acostumbrado a un estándar de vida”. Se refiere así al “bienestar que proporcionaba un empleo, un salario decente, una sanidad correcta, una educación comprometida con la calidad, unas pensiones suficientes, unas becas generales”. Este estándar, opina, “se ha ido y no va a volver, por mucha deuda que compre el BCE”.

- La compra masiva de deuda por parte del BCE “va a provocar - ya está provocando - la desvalorización del euro”. En este contexto, el economista catalán considera que “lo peor que podría suceder ahora es una guerra de divisas”. “Algo así se sabe cómo empieza, pero no cómo acaba”, advierte.

Asimismo, Niño Becerra señala que las compras masivas de deuda del BCE se encuadran en un contexto en el que “quienes tienen que poner en marcha el nuevo modelo” necesitan “tranquilidad y paz en las calles”, y “más aún en los mercados”.

En opinión de este economista, “la compra masiva de deuda no resuelve nada de eso, lo malo es que se está sugiriendo que es la solución a todo, luego también a lo apuntado; y eso, como que no”.

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