ep 31 august 2019 saxony leipzig president of the european central bank ecb christine lagarde
Jan Woitas/dpa-Zentralbild/dpa

Los últimos datos no dejan lugar a dudas, los precios suben como nunca antes y llevan al Banco Central Europeo (BCE) al límite. La inflación escaló en agosto al 9,1%, según el dato preliminar de Eurostat. Una cifra que superaría en más de cuatro veces la meta del organismo del 2%. "Ahora es el momento de actuar y no hablar. De lo contrario, la inflación, que ya está fuera de control, creará más daños".

Así lo expresa Naeem Aslam, director de análisis de AvaTrade. El BCE tiene entre manos una complicada decisión el próximo 8 de septiembre, cuando anuncie una nueva subida de los tipos de interés. ¿Se ajustará a lo esperado o irá más allá? Aunque en un principio todo apuntaba a que seguiría con lo marcado tras la reunión de julio, elevar los tipos en 50 puntos básicos, es cierto que cada vez son más los que apuestan por un movimiento más contundente del organismo, más aún tras la publicación del Índice de Precios de Consumo (IPC).

"Ahora esperamos que el BCE adelante su endurecimiento con un aumento de 75 puntos básicos en septiembre y 50 puntos en octubre, seguido de dos movimientos de 25 puntos en diciembre y febrero. Vemos un giro moderado a partir de entonces", señalan los analistas de Oxford Economics. Lo mismo en DWS: "esperamos que todos los tipos clave se eleven en 50 o incluso 75 puntos básicos en la reunión del 8 de septiembre".

"El informe sobre la inflación refuerza los argumentos a favor de una subida de tipos de 75 puntos básicos, en lugar de 50, en la reunión del BCE de la semana que viene", coinciden en Federated Hermes, que consideran que, "posiblemente, el BCE adelantará algunas subidas de tipos en las próximas reuniones y realizará una pausa hacia finales de año, a medida que se hagan más evidentes los daños que la actual crisis energética está causando a la economía".

"Ahora esperamos que el BCE suba 75 puntos básicos los tipos en septiembre, a lo que seguirán 50 puntos en octubre y 25 puntos en diciembre", creen también en Danske Bank, que añaden que, "de cara a 2023, la perspectiva es muy incierta y, por ahora, nos mantenemos con una subida de tipos acumulada de 150 puntos básicos".

Lo que parece claro es que los precios no disminuirán por el momento. "La inflación de la energía subirá más de lo esperado, se extenderá a los componentes no energéticos y reducirá aún más los ingresos reales. Por lo tanto, esperamos que la inflación se mantenga alta a corto plazo, antes de que se enfríe gradualmente gracias a la relajación de los precios de la energía y la caída de la demanda", estima Oxford Economics.

En la reunión del 8 de septiembre también se presentarán las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación. En cuanto a este último parámetro, "cabe esperar una importante revisión al alza de las previsiones para 2022 y 2023. También es probable que la proyección para 2024, del 2,1%, se someta a examen a la vista de los mayores costes estructurales", dicen en DWS, que prevén que "el aumento de los precios del gas y la electricidad impulsará la inflación en la eurozona por encima del 10% en otoño".

La misma cifra esperan en Federated Hermes: "Dado que los precios futuros del gas han aumentado significativamente en los últimos meses, la inflación general de la zona euro mantendrá una tendencia al alza a corto plazo y probablemente alcanzará un máximo de aproximadamente el 10% en el cuarto trimestre de este año. La volatilidad de los precios del gas, que también repercute en los precios de la electricidad, afectará al momento exacto en el que se alcance el pico de la inflación".

Destacan que la inflación de los alimentos probablemente seguirá subiendo, como consecuencia de la sequía en Europa, los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo y las interrupciones relacionadas con la guerra. "De cara al futuro, la inflación debería descender rápidamente durante 2023, especialmente en el segundo semestre, ya que la estabilización de los precios de la energía, la suavización de las restricciones de la oferta mundial y, fundamentalmente, la fuerte desaceleración de la demanda debería ejercer presiones a la baja"

"Creemos que la inflación subyacente se mantendrá elevada en septiembre y octubre, antes de disminuir un poco hacia finales de año", estiman en Pantheon Macroeconomics, que calculan que la inflación subyacente finalizará el año ligeramente por debajo del 4%, "lo que mantendrá al BCE alerta". Eso sí, ven "un claro riesgo de que la inflación general alcance el 10% en septiembre". Por su parte, Schroders acaba de elevar su previsión para la inflación de la eurozona este año del 6,6% al 7,3%, y del 2,4% al 3,1% para 2023.

Noticias relacionadas

contador