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Christine Lagarde, presidenta del BCE

Christine Lagarde se ha vuelto a pronunciar sobre la inflación. Según la valoración de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), "seguirá subiendo en otoño" por encima de la tasa general actual del 3%, pero desde el organismo monetario siguen "considerando que este repunte es en gran parte temporal".

Lagarde ha realizado estas declaraciones en su intervención ante de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. "Actualmente", ha precisado la banquera central, "una serie de factores están impulsando la inflación".

Entre ellos, ha citado como los más importantes "el fuerte aumento de los precios del petróleo desde mediados del año pasado, la reversión de la reducción temporal del IVA en Alemania y las presiones de costes derivadas de la escasez temporal de materiales y equipos". El petróleo es protagonista esta jornada porque el crudo Brent ha marcado máximos de tres años, cerca de 80 dólares.

En su opinión, que coincide con la del BCE y la de la Reserva Federal de Estados Unidos, "el impacto de estos factores debería disiparse en el transcurso del próximo año. Aunque las presiones subyacentes sobre los precios se han incrementado durante el verano, esto es coherente con la apertura de la economía, que permanece a cierta distancia de operar a plena capacidad".

Así, ha añadido que, "como resultado, las proyecciones del personal técnico del BCE de septiembre prevén una inflación anual del 2,2% en 2021, que luego se moderará al 1,7% en 2022 y al 1,5% en 2023".

No obstante, Lagarde ha reconocido que "existen algunos factores que podrían generar presiones sobre los precios más fuertes de lo que se espera actualmente".

"Por ejemplo", ha explicado, "si la escasez temporal de materiales y equipos restringe la producción de manera más persistente de lo que prevemos actualmente, podrían repercutir con más fuerza a lo largo de la cadena de precios".

Así, la dirigente ha añadido que "la inflación persistentemente alta también podría resultar en demandas salariales más altas de lo previsto". Aunque, ha concluido, "hasta ahora estamos viendo signos limitados de este riesgo, lo que significa que nuestro escenario base continúa previendo que la inflación se mantendrá por debajo de nuestra objetivo del 2% en el medio plazo".

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