• La OCDE previene del impacto de la normalización de las condiciones monetarias
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Ángel Gurría, secretario general de la OCDE

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) avisa del reto que supone para el mundo 'desengancharse' de la expansiva política monetaria de los últimos años y prepararse para la subida de los tipos que está en marcha. También advierte de los riesgos que pueden frenar el crecimiento previsto para 2018.

En su último informe de perspectivas económicas, publicado este martes, la OCDE prevé que la economía mundial, que en 2016 creció un 3%, se expandirá un 3,3% en 2017 y un 3,6% en 2017. Pese a esta mejoría, su visión está repleta de prevenciones. Y de advertencias. Primero, porque recuerda que esas tasas todavía serán inferiores al crecimiento medio del 4% registrado en las dos décadas previas a la crisis". Segundo, porque "aunque la confianza ha mejorado, el consumo, la inversión, el comercio y la productividad distan de estar fuertes, con el crecimiento lejos de lo que era normal en el pasado y una mayor desigualdad". Y tercero, porque los riesgos sobre este escenario se apelotonan.

Dentro de este batallón, el organismo cuya secretaría general ocupa Ángel Gurría subraya uno: el impacto que la subida de los tipos de interés puede tener en un mundo acostumbrado a convivir en los últimos años con el precio del dinero más bajo de la historia y en el que abunda la deuda. "Algo de normalización en los tipos como resultado de reequilibrar las medidas de demanda de la política monetaria a la fiscal es bienvenido", explica la OCDE. Pero añade: "Sin embargo, la respuesta de los mercados financieros al incremento de los tipos, tras un prolongado periodo de estímulos monetarios excepcionales y los tipos más bajos de la historia, podría no ser suave". Y remata: "Una intensa reevaluación por parte de los mercados de la evolución futura de los tipos de interés podría resultar en un sustancial y amplio cambio en el precio de los activos que hasta ahora se han basado en el bajo interés de los bonos".

ECONOMÍA FINANCIERA VS ECONOMÍA REAL

Al mismo tiempo, la OCDE refresca el habitual dilema entre la economía financiera y la real. Como de costumbre, alerta del riesgo de que la primera esté corriendo más que la segunda. "En los mercados financieros, existen aparentes desconexiones entre las positivas perspectivas económicas que reflejan las valoraciones de los mercados y las previsiones para la economía real", expone. "Las valoraciones en las acciones han crecido significativamente en la mayoría de los principales mercados durante los seis últimos meses a pesar el incremento de los tipos nominales y de que las expectativas sobre el crecimiento económico apenas han cambiado"´agrega.

Frente a la complacencia imperante en los mercados, la OCDE advierte de que la subida de los tipos se le puede indigestar al mundo tras su absoluta adicción a las políticas de los bancos centrales

Y aún va más allá. "Las expectativas sobre el crecimiento de los beneficios en la Eurozona y EEUU tampoco ha sido revisado al alza en el último medio año. Y la mejoría en el sentimiento del mercado también contrasta con el bajo crecimiento del consumo y la inversión, que todavía están por detrás de otras recuperaciones, y del frenazo en el crecimiento de la productividad con una persistente desigualda". O lo que es lo mismo, la OCDE advierte de que si la economía real no reacciona, la financiera podría estar gestando otra dosis de precios inflados, todo un contraste con respecto a la complacencia imperante en los mercados.

Todo ello, alentado por la excepcionalidad impuesta por los banqueros centrales en los últimos años y la adicción de los mercados a sus políticas. "El exceso de la confianza en los bancos centrales de los últimos años origina significativas vulnerabilidades, puesto que ha conducido a un extenso periodo de tipos de interés excepcionalmente bajos, crecientes niveles de deuda en algunos países, elevados precios de los activos y una carrera por la rentabilidad". En concreto, subraya el "rápido crecimiento el precio de la vivienda en países como Australia, Canadá, Suecia y Reino Unido", y recuerda que estos episodios suelen ser "precursores de un frenazo económico".

Los emergentes, por su parte, tampoco se libran de las amenazas. "Muchos mercados emergentes son vulnerables a shocks externos y los desajustes cambiarios", previene la OCDE. En especial, menciona aquellos países que tienen deudas contraídas en dólares u otras divisas extranjeras y los ingresos que obtienen por sus exportaciones hacia esos países, como es el caso de Brasil, Indonesia, Rusia o Turquía.

Y, POR SUPUESTO, LA POLÍTICA

Y en un año como este, la Organización tampoco se olvida de la política. Y del riesgo que conlleva. "En muchos países, las incertidumbres políticas son altas", avisa. "Muchos países tienen nuevos gobiernos, celebran elecciones este año o dependen de coaliciones o gobiernos en minoría", constata. Entre los países que están llamados a las urnas en 2017, varios de los principales europeos, como Alemania, Francia y Holanda.

En este sentido, la OCDE advierte de que estas incertidumbres pueden restar fuerza a la hora de adoptar las medidas que todavía requiere la situación económica. "La adopción de reformas estructurales más ambiciosas y la implementación de las medidas ya anunciadas son necesarias para asegurar una fortaleza sostenida en el crecimiento, junto con unos resultados más inclusivos y resistentes".

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