• El Banco Central de Turquía ha apuntalado la moneda al elevar la liquidez de los bancos
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La brutal sangría de la lira turca, que llegó a caer un 18% el pasado viernes, ha prosiguido este lunes con precios jamás vistos en la moneda del país presidido por Recep Tayyip Erdogan. La divisa ha perdido otro 6,3% y ha superado la barrera de las 7,00 unidades por dólar, hasta las 7,24 liras, un hito que presagia medidas extremas por parte del Gobierno turco, que anunciará cómo pretende contener a la lira este mismo lunes. Por el momento, ha sido el Banco Central de Turquía quien ha sujetado a la moneda al elevar la liquidez de los bancos.

El supervisor monetario ha anunciado una rebaja de las ratios de reservas bancarias y la moneda ha remontado hasta el cambio de 6,6350 liras por dólar, desde donde ha vuelto a caer para estabilizarse en torno a las 6,88 unidades. Por otra parte, el ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, en declaraciones de esta pasada noche, ha dejado entrever un paquete de medidas fiscales para fortalecer la independencia de la política monetaria, que se prolongará por un espacio inicial de 100 días. También ha explicado que las medidas serán explicadas por las correspondientes instituciones financieras.

Pero la falta de detalles concretos ha provocado que el pánico siga dominando el ánimo de los inversores que temen un corralito o, aún peor, incautaciones de depósitos, una solución que, según recogen algunos medios, no consta entre los planes del Gobierno. Los analistas no confían en que el Ejecutivo turco sea capaz de contener la debacle, menos después de que el mismo Banco Central Europeo (BCE) admitiera sus preocupaciones sobre un efecto contagio que tendría como primeras víctimas los bancos españoles, italianos y franceses. En nuestro país, los inversores se apresuraron a tomar buena nota de estos comentarios, provocando que las acciones del BBVA se desplomaran más de un 5%.

Las críticas hacia la “falta de respuesta” de Ankara son la tónica entre los economistas que atribuyen a “la debilidad de la economía turca”, además de a “la postura desafiante de Erdogan”, el “calentamiento” de la crisis. Una situación alimentada también por el presidente de los EEUU, Donald Trump, quien anunció en Twitter que doblaba los aranceles a las exportaciones de acero y aluminio turcas porque las relaciones con el país “no son buenas”.

Desde Ankara, lejos de amedrentarse, se ha calificado el gesto del republicano de “claro ataque” contra el país y la moneda, lo que sigue añadiendo más leña al fuego e incrementando el miedo a un efecto contagio en Europa. De hecho, el euro ha dejado notar la garra de estos agudos temores y se ha desplomado hasta mínimos de 13 meses, en los 1,1370 dólares, desde donde remonta tras los anuncios turcos hasta las 14 unidades. El dólar, por su parte, se ha disparado hasta máximos de un año en el índice que mide su desempeño contra seis divisas rivales, ya que ha puesto en juego su papel de activo refugio.

La exposición a Turquía podría afectar los resultados de los bancos europeos "y podría tener un efecto dominó en toda Europa a medida que los inversores se retiran de estas entidades y se mueven hacia la banca de EEUU. Por ese motivo hemos visto un aumento en el dólar", explican desde Bulltick LLC.

LÍMITE A LOS SWAPS DE DIVISAS

La Agencia de Regulación y Supervisión Bancaria de Turquía ha anunciado la imposición de restricciones a las operaciones de swap en divisas de los bancos del país otomano en respuesta al desplome sufrido por la lira turca, que pierde más de un 40% de su valor frente al dólar en lo que va de año. La cotización de la lira turca ha llegado a caer más de un 10% en su cuarta sesión consecutiva de castigo y acumula un retroceso del 47% en lo que va de año frente al dólar, que llegaba a cotizar a un máximo de 7,2149 liras turcas.

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