• La Fed puede aumentar sus previsiones de inflación
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La inflación en Estados Unidos ha marcado máximos de seis años, después de que el Índice de Precios al Consumo (IPC) haya repuntado dos décimas en mayo, hasta el 2,8% en tasa interanual.

La subida de la gasolina y de los costes sanitarios explica este ascenso de los precios, junto al efecto comparativo respecto al año pasado, cuando el precio del petróleo se encontraba en niveles muy reducidos.

El IPC subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos, ha marcado máximos de siete años, al repuntar en tasa interanual hasta el 2,2%, tras subir dos décimas en mayo, en línea con las previsiones.

Los expertos de Berenberg esperan que la tasa general de inflación se dirija hacia el 3% durante los próximos meses debido a la fortaleza del consumo privado y a la situación de pleno empleo que registra EEUU. Además, comentan que el Índice PCE, que mide la evolución del gasto del consumidor y es la medida que vigila la Fed para su objetivo del 2%, puede alcanzar el 2,2% a finales de junio y el 1,9% en tasa subyacente.

En este escenario, argumentan que el banco central de EEUU elevará sus previsiones sobre la inflación este miércoles, cuando publiqué sus estimaciones económicas actualizadas. Además, consideran que con el actual ritmo de crecimiento y el bajo nivel de paro, la Fed aumentará los intereses mañana y dos veces más en lo que resta de 2018, en septiembre y diciembre.

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