• Alabada en Bruselas y señalada en EEUU, la política danesa ha dedicado su mandato a mirar con lupa a las grandes tecnológicas
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Una cifra histórica: 14.000 millones de euros en menos de cuatro años. Es la cuantía total de las multas impuestas por la comisaria europea de Competencia a grandes empresas por casos de monopolio y pacto de precios. Su nombre es Margrethe Vestager, y ha hecho temblar a Sillicon Valley. Ya han caído Apple, Facebook, y Google. Esta última con una multa récord impuesta esta misma semana. La lucha de Vestager contra los gigantes marca época en Bruselas.

Su nombre es de sobra conocido en Google. El caso del gigante estuvo dando vueltas en la Comisión durante años. Hasta que llegó ella. En solo unos meses, Vestager tenía el asunto listo para sentencia. A la sanción récord de 4.340 millones de euros que le ha impuesto la UE ahora, por prácticas ilegales en su sistema operativo de Android, hay que sumar la de 2017 por abuso de posición dominante, que ascendió a 2.420 millones.

Durante sus años de mandato, también han sido sonadas las multas impuestas a Qualcomm, por valor de 997 millones de euros, y a la austriaca ARA, por 6.

A estas cuatro, hay que sumar las interpuestas a empresas de diversos sectores por pactar precios entre ellas. Como ejemplo: la multa de casi 3.000 millones a cinco fabricantes de camiones, entre ellos Volvo y Renault, o los 776 millones a once compañías aéreas. Sony, Panasonic o Sanyo también han tenido noticias de Vestager.

Mientras, desde su despacho en la Comisión Europea, ella reclama más recursos, sobre todo tecnológicos, para indagar en sus pesquisas. Y sigue fiel a sus ideas: cree que buena parte del trabajo pasa por controlar los mercados.

CRÍTICAS A UNA LADO, ALABANZAS A OTRO

Su política feroz con los gigantes del mercado le han valido alabanzas en la Unión Europea, y duras críticas en Estados Unidos, país de origen de las principales empresas castigadas.

En el verano de 2016, Estrasburgo se rindió a sus pies. Fue durante el Pleno de Parlamento Europeo en el que la danesa informaba sobre la multa de 13.000 millones a Apple. Recibió halagos de la izquierda y de la derecha. Mientras una eurodiputada liberal la catalogaba de “superheroína”, un miembro de Los Verdes europeos reclamaba su clonación. Los socialistas, por su parte, la animaban a continuar con su trabajo.

No ocurre lo mismo en EEUU, donde las críticas han surgido por todos los flancos: desde la Casa Blanca, hasta editores de importantes medios de comunicación, pasando por los altos cargos de las empresas castigadas. La acusan de haber convertido a la UE en la zona “más inflexible” contra las tecnológicas estadounidenses. Trump llegó a decir a Juncker que “su chica de los impuestos odia a EEUU”.

Según Joe Kennedy, investigador de la Fundación de Tecnología de la Información e Innovación de Estados Unidos, en declaraciones a este medio, “Vestager está reinterpretando de forma agresiva las leyes para diseñar el sector tecnológico que a ella le gustaría”.

Sin embargo, a menos de un año para terminar la legislatura europeo, el futuro político de Vestager, que se convirtió en ministra de Educación con solo 29 años, es incierto. Aunque en Bruselas, hay voces que ya la colocan como posible sucesora de Juncker al frente de la Comisión.

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