La economía española crece un 0,9% en el segundo trimestre

De esta forma, el crecimiento de la economía española se acelera una décima respecto al primer trimestre y dos décimas sobre los últimos dos trimestres de 2016. Se trata de la mayor expansión trimestral desde el tercer trimestre de 2015, cuando también lo hizo a un ritmo del 0,9%. Mientras que en términos interanuales el crecimiento es del 3,1%, frente al 3% anterior. En este caso hay que remontarse al tercer trimestre del año pasado para encontrar un ritmo mayor, con el 3,2%.

El crecimiento del PIB coincide con la estimación que publicó hace un mes el Banco de España y está en línea con las previsiones del Gobierno, que se sitúan en el 3% para el conjunto del año. Aunque otros servicios de estudios como los de BBVA, Bankia o el consenso de analistas de Funcas apuntan a una expansión de la economía incluso mayor.

El Banco de España señaló hace un mes que la fortaleza del crecimiento está apuntalada por el consumo privado, que ha recuperado un mayor vigor durante la primavera, "apoyado en la continuación del proceso de generación de puestos de trabajo y en la prolongación de condiciones financieras favorables". El sector exterior, por su parte, prolonga el comportamiento expansivo, mientras que la construcción acentúa el incremento del PIB.

Precisamente, el último cuadro que presentó el Gobierno reflejó una mejora notable en la proyección de crecimiento de la construcción. La hoja de ruta el Ejecutivo de Mariano Rajoy, según presentó el ministro Luis de Guindos el mes pasado, sitúa el incremento de la inversión a una media del 4% entre 2017 y 2020, con un aumento del 3,9% este año. Estas estimaciones son casi el doble que las presentadas apenas tres meses antes.

El PIB recuperó en el primer trimestre, si se suman cuatro trimestres consecutivos, los niveles precrisis de 2008. El dato publicado este viernes corrobora la mayor generación de riqueza de la economía española que entonces. No obstante, lo hace de forma notablemente distinta, como por ejemplo con un mayor peso del sector exterior y menor dependencia del ladrillo, a pesar de las previsiones de crecimiento de la actividad constructora durante los próximos años. Otro cambio importante es el reparto de riqueza entre empresarios y trabajadores.

A 'grosso modo', una de las vías de cálculo del PIB diferencia entre excedente bruto de explotación (EBE, principalmente beneficios empresariales aunque también incluyen otras rentas), y remuneración de los asalariados (principalmente sueldos), lo que ofrece una composición muy diferente al comprar los resultados de 2008 y 2016. En el primer caso, el excedente bruto de explotación ha crecido un 26% si se comparan los 131.417 millones de euros del cuarto trimestre de 2016 con los 104.407 millones de los tres primeros meses de 2008. En estos años ha elevado su peso sobre el PIB desde el 39% hasta el 45%. En casi todos los trimestres entre medias se ha situado por encima del nivel anterior a la recesión de 2009.