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El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos se mantiene en el 2,9% en julio, sin cambios respecto al mismo mes del año pasado. Un dato por debajo de las expectativas, que apuntaban a que se situaría en el 3%. Sin embargo, el IPC subyacente, es decir, el que no tiene en cuenta alimentos frescos ni energía, se ha situado en el 2,4%, una décima por encima de lo que estimaban los expertos.

En tasa intermensual, el IPC se situó en el 0,2%, lo que supone que tampoco registra cambios

En tasa intermensual, el IPC se situó en el 0,2%, lo que supone que tampoco registra cambios en relación al mes anterior, y en línea con lo esperado por las estimaciones de mercado, según ha informado este viernes la Oficina de Estadística de EEUU.

El índice de vivienda aumentó hasta el 0,3% en julio y representó casi el 60% del aumento mensual desestacionalizado en el índice de todos los artículos. El índice de alimentos aumentó ligeramente en julio, un 0,1%, mientras que el índice de energía cayó hasta el 0,5% debido a que todos los índices de componentes principales disminuyeron.

Para los analistas de Berenberg, "la inflación aumentará si el PIB nominal sigue creciendo muy por encima del PIB potencial", a la vez que esperan que "la inflación aumente moderadamente y no se acelere bruscamente". El dato del IPC "sigue respaldando la teoría de la Reserva Federal de que los aumentos graduales de las tasas siguen siendo apropiados", según cree BNY Mellon. "No hay duda de que la economía de EEUU continúa yendo viento en popa", consideran desde Foenix Partners.

Por su parte, los expertos de Barclays esperan que "la economía de EEUU siga creciendo a un ritmo superior a la tendencia", sin embargo, "no consideramos que las actuales tendencias inflacionarias puedan hacer que la Fed avance más rápido o altere su opinión de que la política monetaria debería normalizarse gradualmente".

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