ep giuseppe conte primer ministro italiano
Giuseppe Conte, primer ministro italiano-/European Council/dpa

Italia y Grecia han sido los dos últimos países en unirse a los numerosos gobiernos -15 son países de Europa- que imponen restricciones al turismo español con tal de contener los contagios por Covid. En concreto, el Ejecutivo de Giuseppe Conte someterá a test de COVID-19 a todos los viajeros procedentes de países de riesgo, como España, Croacia, Grecia y Malta, según ha informado el diario 'Corriere della Sera'. En Grecia, a partir del 17 de agosto, se solicitará a los viajeros procedentes de varios países, incluido España, pruebas negativas de coronavirus y ordenará el cierre nocturno de la restauración en algunas zonas del país. IAG (-4%) ha sido la más bajista del Ibex, aunque Meliá han repuntado más de un 2%.

En general, un buen número de países europeos ha decidido establecer medidas de control más restrictivas en relación con España, donde los brotes de Covid-19 se han incrementado de manera notable en los últimos días y se ha producido un aumento significativo en el número de contagios. El Ministerio de Sanidad ha notificado 1.690 nuevos casos en las últimas 24 horas. Una cifra en la que no se incluya la Comunidad de Madrid que no ha podido actualizar sus cifras por problemas técnicos.

En conjunto, los países que han aplicado nuevas medidas de momento no impiden ir o volver a y desde España, pero sí inciden en desaconsejar los viajes no imprescindibles a todo el país o -según los casos- a las zonas más afectadas por el nuevo brote, así como -en algunos de ellos- establecer procedimientos de cuarentena.

En el caso italiano, la nueva normativa establece que las "personas que deseen entrar en el territorio nacional y que en los 14 días anteriores hayan permanecido o transitado Croacia, Grecia, Malta o España" deben presentar una prueba con resultado negativo que haya sido realizada en las 72 horas anteriores, informa Europa Press. Asimismo, los viajeros deberán someterse a una PCR a su llegada al país --a ser posible en el aeropuerto-- dentro de las 48 horas siguientes a su llegada.

En el páis heleno, por su parte, los viajeros que lleguen en avión desde España, Suecia, República Checa, Bélgica y Países Bajos tendrán que presentar una prueba negativa de coronavirus realizada en las 72 horas previas a la salida del vuelo. Estas pruebas se solicitarán también a todos los que entren por vía terrestre, incluidos griegos y aquellos con permiso de residencia en el país.

Este panorama ha obligado a las aerolíneas a cambiar sus previsiones y a retrasar sus ideas iniciales de recuperación que había proyectado para 2023. Así, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que el tráfico mundial de pasajeros no volverá a los niveles anteriores a la crisis del Covid-19 hasta 2024, un año más tarde de lo previsto anteriormente.

Los datos de la IATA alertan de una recuperación débil del sector hasta julio, con el tráfico aéreo manteniéndose un 63% por debajo de los niveles de 2019. La estimación anterior preveía una bajada algo menor (55%). Además, se espera que el tráfico aéreo en 2021 se mantenga un 30% por debajo del registrado en 2019.

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