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La zona euro sigue profundamente en territorio contractivo. Pero parece que lo peor podría pasar pronto. Después de un otoño gris con una probable caída del Producto Interior Bruto (PIB) en el cuarto trimestre, puede que la economía toque fondo antes de fin de año. Los analistas ven probable que actualmente estemos en una "recesión técnica muy superficial".

Aunque la desaceleración no se está profundizando, los datos del índice PMI de noviembre no proporcionan mucha evidencia de que el crecimiento de la eurozona se vuelva positivo en el último periodo de 2023. Así lo apuntan en ING, donde señalan que "la desaceleración no está empeorando en este momento, pero tampoco hay indicios de recuperación".

"La caída de la actividad del sector privado de la zona euro se atenuó en noviembre, pero seguimos pensando que la economía de la zona euro se encuentra ahora en una recesión técnica", coinciden en Pantheon Macroeconomics.

Según su punto de vista, el PMI apunta claramente a una debilidad continua, sugiere que las previsiones oficiales y de consenso tendrán que bajar en los próximos meses y es coherente con una caída del PIB de alrededor del 0,5% intertrimestral en el cuarto trimestre, tras caer un 0,1% en el tercer trimestre. "Creemos que probablemente esté sobreestimando la debilidad, como lo hizo en el segundo semestre del año pasado". Esperan otra caída del 0,1% y, por lo tanto, que el PIB haya aumentado un 0,4% este año en comparación con 2022.

Para Oxford Economics, los últimos datos sugieren que el cuarto trimestre probablemente será otro mal trimestre para la eurozona: "Tanto las cifras del PMI como nuestros modelos de previsión inmediata más recientes apuntan a una contracción absoluta del PIB del cuarto trimestre. Pero dado que en los últimos meses los PMI han sobreestimado la contracción de la actividad, nos sentimos cómodos con nuestra previsión oficial de crecimiento cero en el cuarto trimestre".

Que es más probable que la situación mejore aque empeore en los próximos meses es lo que destacan desde Berenberg. A su parecer, lo peor podría pasar pronto. "Después de un otoño gris con una probable caída del PIB de la eurozona en el cuarto trimestre, parece que la economía tocará fondo antes de fin de año, se estabilizará a principios de 2024 y disfrutará de un repunte firme a partir de la primavera", aseguran.

Ellos también creen que el Banco Central Europeo (BCE) sigue siendo demasiado optimista y consideran casi seguro que tendrá que recortar sustancialmente sus "proyecciones excesivamente optimistas", donde proyectaba un crecimiento del 0,7% en 2023 y del 1% en 2024. Los expertos estiman un crecimiento anual más moderado, del 0,4% en 2023 y del 0,7% en 2024.

¿QUÉ PASARÁ CON LA INFLACIÓN Y EL EMPLEO?

Atendiendo a los datos del último índice PMI de la zona euro, las perspectivas en lo referente al empleo continúan deteriorándose. "El crecimiento en los servicios había mantenido el empleo general creciendo hasta ahora, pero la encuesta sugiere que el empleo en este sector está creciendo ahora a paso de tortuga. Con la destrucción de empleos en el sector manufacturero, esto está resultando en una desaceleración marginal. Para nosotros, esto encaja en el panorama más amplio de un mercado laboral debilitándose tras algunos trimestres de crecimiento negativo", exponen en ING.

Mientras, en Berenberg visualizan un modesto aumento del desempleo: "Probablemente suceda principalmente a través de menos contrataciones nuevas en lugar de despidos importantes". "La tasa de desempleo de la zona euro aumentará en los próximos meses", añaden en Pantheon Macroeconomics. Para Oxford Economics, el mercado laboral es menos resistente que hace unos meses.

"La caída en el subcomponente de empleo fue la primera en tres años y fue impulsada por continuas caídas en los empleos en el sector manufacturero, mientras que el empleo en los servicios se estancó. En general, esto valida nuestra opinión de que la fortaleza que hemos estado observando en el mercado laboral en este ciclo se suavizará en los próximos meses. Sin embargo, nuestro escenario base anticipa una caída modesta, ya que la economía se recuperará gradualmente más adelante en 2024 y el acaparamiento de mano de obra continúa", explican.

En cuanto a los precios, subrayan que la inflación de bienes se está enfriando rápidamente, mientras que la inflación de servicios ha sido más rígida y necesitará más tiempo para acercarse al objetivo. "En los próximos meses, las perspectivas para el consumo privado son precarias y sólo se espera una mejora gradual a partir de la primavera del próximo año, ya que la política monetaria compensará en parte la mayor parte de las ganancias provenientes de la recuperación del ingreso real disponible", dicen.

Aunque la inflación continúa avanzando en la dirección correcta y la demanda se ha debilitado materialmente, "las presiones inflacionarias aún no han terminado", advierten en ING. Las demandas salariales mantienen altas las presiones inflacionarias en los servicios, sin embargo, han seguido atenuándose en el sector manufacturero, "en consonancia con nuestro pronóstico de que la inflación subyacente de bienes seguirá haciendo bajar la tasa general de inflación en los próximos meses y probablemente a tasas inferiores a las que espera el BCE", vaticinan en Pantheon Macroeconomics.

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