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La estabilidad de la producción manufacturera acompañada por una mejora más sólida de la actividad del sector servicios hizo que el sector privado de la zona euro se expandiera por segundo mes consecutivo en febrero y marcando el ritmo de crecimiento más fuerte en ocho meses, según el índice PMI.

"Una expansión rotunda de la actividad comercial en febrero ayudó a disipar la preocupación de una posible recesión en la zona euro, por ahora", comentan en S&P Global Market Intelligence. Así, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, elaborado por S&P Global y ajustado estacionalmente, subió de 50,3 registrado en enero a 52 en febrero y se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 que separa el crecimiento de la contracción por segundo mes consecutivo.

En general, los últimos datos indican una nueva expansión de la actividad empresarial del sector privado, que fue la más sólida desde junio de 2022.

El sector servicios fue el principal impulsor de dicha reactivación más rápida observada en febrero, aunque la tendencia del sector manufacturero mejoró al registrar una estabilización generalizada, poniendo así fin a una secuencia de ocho meses de caída de la producción.

El fortalecimiento del repunte de la actividad total se produjo gracias al primer aumento de los nuevos pedidos desde mayo de 2022. No obstante, la expansión fue marginal en general, ya que los fabricantes de la zona euro volvieron a registrar una caída de la demanda de sus productos. Por el contrario, los nuevos pedidos recibidos por las empresas de servicios aumentaron al ritmo más rápido en nueve meses. Los nuevos pedidos de clientes del extranjero siguieron siendo un lastre para las carteras de pedidos en total, y las nuevas ventas de exportación cayeron por duodécimo mes consecutivo. La disminución fue fuerte y ligeramente más rápida que la observada en enero.

Los pedidos pendientes de realización en las empresas del sector privado de la zona euro volvieron a caer a mediados del primer trimestre, extendiendo la actual secuencia de reducción a ocho meses. No obstante, la disminución fue solo marginal y la más débil desde agosto del año pasado. La caída de los pedidos por completar se centró en el sector manufacturero, ya que las empresas de servicios experimentaron un ligero repunte en las presiones de capacidad en febrero.

Mientras tanto, la creación de empleo se mantuvo durante el último período de la encuesta, extendiendo la secuencia actual de crecimiento del empleo que comenzó hace más de dos años. El aumento en el número de empleados fue más fuerte que el promedio de la serie. Los datos sectoriales mostraron una mayor actividad de contratación tanto en las empresas manufactureras como de servicios.

La resistente tendencia de contratación estuvo acompañada por un fortalecimiento de la confianza empresarial en febrero. Las empresas de la zona euro se mostraron optimistas de que los niveles de actividad total aumentarán en los próximos doce meses y el grado de positividad alcanzó su nivel más alto en un año. No obstante, este nivel es todavía más bajo que el registrado antes de la invasión de Rusia a Ucrania.

Respecto a los precios, los últimos datos de la encuesta señalaron una mayor atenuación de las presiones de los costes en la zona euro. No obstante, dicha moderación fue únicamente debido a la tendencia del sector manufacturero, donde la inflación de los precios de los insumos disminuyó considerablemente desde enero, y lo hizo a un ritmo marginal que fue el más bajo en casi dos años y medio. Por el contrario, los costes operativos del sector servicios aumentaron sustancialmente, y lo hicieron a un ritmo acelerado debido a las presiones salariales. Mientras tanto, los precios cobrados por los productos y servicios aumentaron considerablemente, aunque a la tasa más baja desde diciembre de 2021.

De los países con datos del PMI compuesto disponibles, los datos de febrero revelaron resultados relativamente sólidos en España, Irlanda e Italia, y sus tasas respectivas de crecimiento, que se aceleraron hasta sus máximas de nueve meses, se situaron por encima de sus promedios a largo plazo. Mientras tanto, aunque el crecimiento se reanudó en el núcleo de la zona euro (Francia y Alemania), las expansiones fueron moderadas.

EXPANSIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL SECTOR SERVICIOS

Por otro lado, el índice PMI de actividad comercial del sector servicios de la zona euro registró 52,7 en febrero, frente a 50,8 registrado en enero, y se situó en su nivel más alto en ocho meses. En general, los últimos datos señalaron expansiones mensuales consecutivas de la actividad del sector de servicios de la zona euro.

El incremento de los niveles de actividad se vio apoyado por un aumento de los nuevos pedidos. Los volúmenes de nuevos pedidos aumentaron moderadamente en febrero y al ritmo más rápido desde mayo de 2022. El repunte de la demanda sumó presión a las capacidades operativas, tal y como lo demuestra el incremento de los trabajos atrasados. La tasa de acumulación de los pedidos pendientes fue la más fuerte desde junio del año pasado. Las empresas de servicios de la zona euro continuaron aumentando sus plantillas en febrero. La tasa de creación de empleo fue ligeramente más rápida que la media observada a lo largo de la historia del estudio, pero se ralentizó desde enero.

El optimismo respecto a los próximos doce meses se mantuvo en febrero. De hecho, el grado de confianza empresarial se fortaleció hasta su nivel más alto desde abril de 2022.

Por último, los costes operativos del sector servicios aumentaron sustancialmente en febrero y el ritmo de incremento se aceleró ligeramente. La inflación de los precios cobrados se mantuvo prácticamente igual que en enero y se encuentra entre las más fuertes registradas por el estudio.

DUDAS SOBRE LA FORTALEZA DE LA DEMANDA SUBYACENTE

Para S&P Global Market Intelligence, "siguen persistiendo las dudas sobre la fortaleza de la demanda subyacente, especialmente porque parte del aumento observado en febrero parece que fue impulsado por factores temporales, como un clima inusualmente cálido y una marcada mejora en los plazos de entrega de los proveedores, probablemente relacionada en parte con la reciente reapertura de China".

No obstante, consideran que "hay indicios claros de que la confianza empresarial se ha recuperado desde las mínimas observadas a fines del año pasado, impulsada por un alivio de las preocupaciones en el mercado energético, así como señales de que la inflación ha alcanzado su punto máximo y los riesgos de recesión se han atenuado".

"El repunte de la confianza no solo ha dado lugar a un bienvenido retorno al crecimiento de la producción manufacturera y de la actividad del sector servicios, sino que las empresas también han vuelto a estar en condiciones de contratar, indicando una mejor predisposición a invertir en la expansión de cara a las mejores perspectivas comerciales", añaden. Sin embargo, "existe la preocupación de que las señales de una inflación persistentemente elevada de los precios de venta, combinadas con la sorprendente resiliencia de la economía, animen al BCE a endurecer su política monetaria de manera más agresiva, lo que representa un riesgo a la baja para el crecimiento de la demanda en los próximos meses".

Por su parte, los analistas de Pantheon Macroeconomics afirman que la economía de la eurozona "está demostrando ser más resistente al choque energético de lo que la mayoría de los analistas pensaron en el tercer trimestre del año pasado y definitivamente no cambiará la perspectiva de la política del BCE". Por países, destacan que los datos "sugieren que la actividad en la periferia se está expandiendo mucho más rápidamente que en el centro".

Para Oxford Economics, "si bien el PIB podría muy bien superar las expectativas en la primera mitad de 2023, un endurecimiento monetario más fuerte pesará sobre la actividad a partir del segundo semestre de 2023, lo que significa un año decepcionante para el crecimiento general".

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