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El crecimiento de la economía manufacturera en España se fortaleció de nuevo en noviembre, gracias a los aumentos más fuertes de la producción y de los nuevos pedidos. Sin embargo, la confianza sobre el futuro se deterioró en medio de las preocupaciones sobre las tendencias moderadas de la producción y de la demanda de automóviles a nivel mundial.

Así lo refleja el índice PMI del sector manufacturero español ajustado estacionalmente elaborado por la consultora Markit. Aumentó del nivel 51,8 registrado en octubre al 52,6 en noviembre, señalando el incremento más fuerte en tres meses. El índice PMI se ha situado por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, durante los últimos cinco años.

Tanto la producción como los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero aumentaron a ritmos más fuertes respecto a octubre. El crecimiento estuvo relacionado con el lanzamiento de nuevas líneas de productos y un repunte en la demanda, tanto de ventas nacionales como extranjeras.

No obstante, hubo una serie de informes de que la demanda procedente de Estados Unidos se ha reducido y que las ventas a los productores de automóviles fueron bajas. Dicha caída se sintió particularmente en el sector de bienes de capital, donde tanto las carteras de pedidos como la producción cayeron en noviembre.

El empleo en general continuó aumentando, aunque la tasa de crecimiento siguió siendo modesta

Con respecto a los precios, las presiones de los costes se mantuvieron elevadas en medio de informes sobre el aumento de los precios del acero y sus productos relacionados. No obstante, los márgenes de beneficios se mantuvieron bajo cierta presión debido a que los precios de venta aumentaron a una tasa notablemente más lenta que los precios de compra.

El empleo en general, por su parte, continuó aumentando en este último período de la encuesta, aunque la tasa de crecimiento siguió siendo modesta (marcando claramente caídas en las categorías de bienes intermedios y bienes de capital). La contratación se vinculó a las presiones en la capacidad, subrayadas por el tercer aumento mensual consecutivo de los pedidos pendientes de realización.

Finalmente, las expectativas empresariales se situaron en su nivel más bajo desde junio de 2013. A pesar de los planes para impulsar la inversión e introducir nuevas líneas de productos, las preocupaciones sobre la estabilidad política y el efecto de la desaceleración en la industria automotriz tuvieron un impacto negativo en la confianza. Esto fue especialmente notable entre los productores de bienes de capital, donde el sentimiento se deterioró hasta su nivel más débil en seis años.

El director económico de Markit, Paul Smith, considera que "el crecimiento económico de las manufacturas mejoró en noviembre, lo que sugiere que el sector se encamina hacia el final del año en una posición ligeramente más firme que lo previsto en octubre. Tanto el crecimiento de la producción como de los nuevos pedidos se fortalecieron en noviembre, en medio de informes de un aumento de la demanda".

"Sin embargo, al analizar los datos más de cerca, se revelaron algunas novedades preocupantes. Los productores de bienes de capital registraron caídas netas de la producción y de los nuevos pedidos en medio de preocupación sobre la reciente desaceleración de la producción de automóviles, particularmente en mercados extranjeros clave. En consecuencia, tales inquietudes se extendieron a las expectativas de la producción, que ahora están en su nivel más bajo desde el verano de 2013 y apuntan a un claro riesgo a la baja para el crecimiento en los próximos meses".

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